Bechtold y Tur Costa reciben en Ibiza la Medalla d´Honor de les Belles Arts de Balears

Bechtold y Tur Costa reciben en Ibiza la Medalla d´Honor de les Belles Arts de Balears

«A mi edad no me esperaba más premios, pero este es especial. Es un honor muy grande que no esperaba», decía el pintor Rafel Tur Costa, mientras que su «gran amigo» Erwin Bechtold destacaba que este reconocimiento tiene «su valor» por ser «menos político», surgido de «unas personas interesadas en el arte». Las dos figuras, con proyección internacional, de la pintura contemporánea de la segunda mitad del siglo pasado en Ibiza ingresaron ayer en la historia de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià de Balears al obtener la medalla de honor, que, se otorga desde hace tres años, y que ya han recibido el barítono menorquín Joan Pons, el cineasta mallorquín Agustí Villaronga y el arquitecto navarro Rafael Moneo.

Para la entrega de la distinción, la Reial Acadèmia, radicada en Mallorca y fundada a mediados del siglo XIX, se desplazó por primera vez a otra isla. Su presidente, Josep Prohens, resaltó que, «desde la conciencia de la necesidad de dar un paso hacia el hermanamiento con la pitiusa mayor», había llegado el momento de «homenajear» a «estas grandes personalidades».

El acto, en el que actuaron la soprano Irantzu Bartolomé y el pianista Miguel San Miguel, se celebró en el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza (MACE) y contó con la presencia de familiares, amigos y compañeros de los premiados como los pintores Gilbert Herreyns, Pedro Asensio o José Carlos Bonet Vallribera, además de la consellera balear de Cultura, Fanny Tur, y su homólogo en el Consell, David Ribas, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y el primer teniente de alcalde de Vila, Alfonso Molina, entre otros políticos.

La luz de Ibiza

En su discurso, Tur Costa (Santa Eulària, 1927) recordó cómo se desarrolló el arte contemporáneo en Ibiza a principios de los años 50, con la llegada de jóvenes artistas de todo el mundo atraídos por «el clima y la luz excepcional» de la isla y por «las condiciones extremadamente baratas» que les permitían quedarse «una temporada, unos años o toda la vida, como el gran pintor y amigo Erwin Bechtold». Recordó la fundación del Grupo Ibiza 59 y el posterior Grupo Puget, lo que creó «un ambiente cultural» que propició la apertura de galerías de arte en la isla.

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Los pintores Rafel Tur Costa y Erwin Bechtold reciben en el MACE la medalla de honor de la Reial Acadèmia de les Belles Arts de Balears

Tur Costa rememoró, cómo no, aquel año de 1955 en el que un grupo de artistas de la escuela de bellas artes de Berlín desembarcó en la isla, entre ellos la ceramista Anneliese Witt, con la que luego se casó. Fue con ella, que se recupera «muy favorablemente» de una grave caída que sufrió hace tres meses, con quien quiso «compartir» la medalla de honor por «su gran labor de enseñanza a los niños de este maravilloso mundo del arte».

Bechtold (Colonia, 1925) protagonizó los momentos más divertidos del acto durante su discurso, que arrancó con un elocuente «queridos amigos y enemigos de siempre». «Los pintores pintan, no hablan. Todo lo que quieren decir está en los cuadros», resaltó.

Aparte de agradecer a los miembros de la academia, desplazados a Ibiza, el reconocimiento a su trayectoria, el artista alemán dijo: «Quiero nombrar sólo a las mujeres porque me gustan», lo que generó aplausos. Citó a la consellera Fanny Tur, a la directora del MACE, Elena Ruiz, a Cati Verdera y, sobre todo, a su mujer, Christina Bechtold, con la que comparte su vida desde hace 60 años. «Pienso quedarme y hacer por lo menos mejores cuadros», aseguró con gracia y, para evidenciar su integración en su isla de acogida, concluyó con un « salut a todos, molts anys i bons».