TRANSFORMACIÓN SOSTENIBLE

Innovar y divulgar, desafíos clave en la economía circular

Mejorar el marco regulatorio y concienciar a ciudadanos y empresas son factores importantes apuntados por un grupo de expertas en un encuentro celebrado en Madrid sobre este nuevo paradigma económico

De izquierda a derecha, Mónica Melle (UCM), Begoña de Benito (Ecoembes), Virginia Ocio (Endesa) y la periodista Fátima Iglesias.

De izquierda a derecha, Mónica Melle (UCM), Begoña de Benito (Ecoembes), Virginia Ocio (Endesa) y la periodista Fátima Iglesias.

Cristina Andrade del Alcázar

"La economía circular es un nuevo modelo que consiste en una nueva forma de producir y de consumir y, por lo tanto, implica tanto a las empresas, a los consumidores y a las administraciones". Con estas palabras Virginia Ocio, responsable de Economía Circular de Endesa, introdujo un encuentro organizado en Madrid por Prensa Ibérica y El Periódico de España que, con el patrocinio de Endesa, llevó por título 'Economía circular: La evolución necesaria para una nueva sociedad'.

En él tres expertas abordaron en una mesa redonda algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta este nuevo paradigma. La representante de la compañía eléctrica explicó que la economía circular impulsa un nuevo modelo que deja atrás el tradicional sistema lineal de usar y tirar, que presenta "síntomas de agotamiento". Estos indicios derivan de un cambio que tiene en cuenta "el impacto ambiental del desarrollo y que debe estar guiado por el ecodiseño", un concepto clave que, tal y como precisa Ocio, minimiza desde la fase de diseño, los recursos para fabricar cualquier bien, trata de que éstos sean renovables, aumenta la vida útil del producto y reduce los residuos tratando de recuperar al máximo los materiales al final de su ciclo de vida.

Begoña de Benito, directora de Relaciones Externas y ESG (Environmental, social and corporate governance) de Ecoembes, coincidió en que avanzar en esta dirección supone "un cambio radical en la forma de producir y consumir" y advirtió que debemos "ser conscientes de que los recursos son finitos". "Tenemos que ser capaces de volver a introducir los residuos en el ciclo productivo", sentenció. De Benito manifestó que la ciudadanía debe preguntarse qué necesitad tiene de comprar los productos, su durabilidad o su posible reutilización. "Este es el único modelo posible de progreso económico y social. Si seguimos consumiendo así, va a ser imposible que sigamos viviendo en este planeta", argumentó.

Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), destacó que esta transformación necesita apoyo público. "Tenemos que preservar el planeta y tener en cuenta la emergencia climática. No nos vale sólo con crecer sino que ese crecimiento debe ser sostenible y tenemos que introducirlo desde las esferas públicas", remarcó.

Divulgación

Para que todos los actores estén alineados es necesario que el ciudadano cuente con información que le permita entender su papel como consumidor en el mercado. Para Mónica Melle "la divulgación es fundamental". Dado que, a veces, se generan barreras si el ciudadano percibe que estos productos o servicios incorporan un mayor coste para su economía, Melle apuesta por una labor pedagógica que explique que el ahorro energético conlleva también un abaratamiento de costes futuros porque cada vez más los ciudadanos "toman las decisiones de consumo responsable basándose en el ahorro".

Begoña de Benito apuntó a la educación como factor clave. Argumentó que "hay que sensibilizar, concienciar y facilitar la toma de decisiones" y añadió que es necesario que los ciudadanos entiendan su factura energética para que conozcan sus palancas de ahorro. De Benito abogó, en este punto, por llevar la sostenibilidad al currículum escolar obligatorio y que "permee en todas las materias". La representante de Ecoembes puso el foco en la importancia de mejorar las estadísticas y los datos.

Virginia Ocio, responsable de Economía Circular de Endesa, escucha con atención durante el debate.

Virginia Ocio, responsable de Economía Circular de Endesa, escucha con atención durante el debate. / ALBA VIGARAY

"Parece evidente que reciclamos más de lo que reportamos, pero todavía no podemos medirlo con precisión", lamentó. Aun así, valoró algunas de las medidas que ya se han puesto en marcha, como la reciente Ley de Residuos. "No es sólo el cuánto sino el cómo", especificó. De Benito, también insistió en "seguir trabajando en el numerador, reciclar y separar más, pero también en el denominador, generar menos y reciclar mejor". La directiva aclaró el importante rol que desempeñan las empresas a la hora de "poner en el mercado envases que sean 100% reciclables".

Financiación

Virginia Ocio señaló que "el papel de las grandes empresas es favorecer el cambio de modelo y aplicarlo en su sector", y sobre todo, dar un impulso a la transformación de las pymes que, por su configuración, cuentan con menos recursos para poder efectuar estos cambios por sí mismas. Ocio destacó otro aspecto que, a su juicio, es relevante para entender este nuevo paradigma: la transversalidad. "La sostenibilidad se ha entendido dentro de los límites de la empresa y, cuando hablamos de economía sostenible, tenemos que hablar de tejido empresarial, de conectar y crear alianzas entre corporaciones", subrayó.

Mónica Melle puntualizó que las empresas que cumplen criterios de sostenibilidad ambiental atraen la atención de inversores que ven potencial para conseguir mejores resultados y rendimientos. En cuanto al empleo, Melle resaltó que "todo lo que tiene que ver con energía renovable está generando ya empleo cualificado y bien retribuido". La profesora de la UCM puso en valor el impulso que han aportado los fondos europeos Next Generation a la transformación de algunos sectores hacia una economía circular y sostenible, y advirtió de la importancia de medir el impacto económico de estas acciones: "Nos fijamos en el crecimiento del PIB, pero nadie mira qué pasa con el indicador de desarrollo sostenible".

Regulación

Begoña de Benito remarcó que esta transición ecológica necesita "de una buena regulación y de mucha visibilidad", y apuntó que "no puede ser que a nivel nacional tengamos diecisiete declinaciones de una misma normativa". Melle se mostró de acuerdo con esa idea: "tener tantas legislaciones complica que las empresas puedan crecer".

Virginia Ocio coincidió con ambas expertas en que "hace falta una regulación a prueba de lo que este cambio de modelo significa", y comentó que cuando se innova y se desarrollan nuevos modelos, "el regulador, a veces, va detrás, lo que genera un problema". "Hay un reto importante en el marco regulatorio para que todos midamos de la misma forma qué es circular y qué no", sentenció Ocio. A pesar de estas dificultades, instó a las empresas a trabajar conjuntamente con las administraciones y a formar alianzas entre ellas pues "las grandes empresas y sectores estratégicos tenemos el papel de proponer, dar ideas y ver cómo se pueden poner en marcha", sabiendo que la transformación hacia un modelo más sostenible "es compleja, requiere cambios culturales y de un marco regulatorio que acelere esta transición".

Begoña de Benito comparó la situación de España con otros países como Bélgica, donde ya se están aplicando sistemas de pago por generación, "un modelo que comparte la visión de que quien hace las cosas mejor pague menos". De Benito afirmó que "la única manera de conseguir los objetivos es ir avanzando hacia este tipo de modelos", y expuso que desde Ecoembes ya están aplicando "sistemas modulares" en los que la tarifa de las empresas varía en función del coste de gestión que generen sus envases en el mercado.

Desarrollo tecnológico

Mónica Melle señaló que otro asunto interesante es el de las nuevas tecnologías, "que están permitiendo un mayor desarrollo de la economía circular en muchos ámbitos". Melle considera que aplicaciones como las que ayudan a calcular la huella de carbono de los ciudadanos o el impacto de sus acciones son muy interesantes, y puntualizó que el sistema educativo "debe aprovechar este potencial de crecimiento del mercado e ir adaptándose hacia nuevas oportunidades de empleo". En referencia al ámbito educativo, Melle reconoció que la universidad va en muchos casos "por detrás en este proceso", pero aseguró que "hay un interés por que los alumnos se formen en estos ámbitos que son el futuro".

En cuanto a los desafíos que presenta la transición hacia una economía circular, Virginia Ocio expuso que la transición energética implica dejar de consumir combustibles fósiles. Pero explicó que "las nuevas tecnologías sobre las que se desarrolla la energía renovable tienen una dependencia muy alta de otras materias primas como el níquel, el cobalto o el silicio, que son escasas y que están localizadas generalmente en países con riesgos geopolíticos".

Virginia Ocio señaló que nuestro país "tiene que ponerse las pilas en el desarrollo de una estrategia sobre materias primas críticas y establecer cuál va a ser nuestro posicionamiento en relación a la estrategia comunitaria". A pesar de ello, se mostró optimista y aclaró que, precisamente, la Unión Europea "está haciendo los deberes". "Es difícil predecir el futuro, pero el cambio ya se está viendo", concluyó.