En contra de los ferris en Sant Antoni

José R. Pons

Habiendo veraneado durante toda mi vida en Sant Antoni soy testigo en el tiempo de su paulatina degradación, pero de nada sirve ya lamentarse. Ahora bien, solo faltaría ‘volver a recaer’ en el asunto de los ferris. No hace falta que explique aquí el daño que en su día provocaron, y tampoco el interés de una minoría nunca deber primar sobre el interés general. En lo que se refiere a posibles causas objetivas no me creo capaz de averiguar ni una sola, sería pues bueno que nos aclararan la auténtica razón de semejante desatino (con perdón).