Carta a un amigo del alma

Juan Cardona Torres e hijos

No quiero dejar pasar la oportunidad, en la hora de su marcha, en hacer público mi reconocimiento y agradecimiento a una persona que ha sido para mí y mis hijos el mayor apoyo, el mayor consuelo y la mayor fuerza para poder sobrellevar las muertes de mi esposa y de mi madre, el párroco de Sant Jordi, Dani Martín, su sencillez, su predisposición siempre de ayudar al prójimo y su fe son, para mí, las principales, pero no únicas cualidades que posee, hacen de él que muchos se identifiquen más (y yo me incluyo) con este tipo de sacerdotes que con aquellos que la primera palabra que tienen es que si no cumples como cristiano irás al fuego eterno. Hasta hace muy poco yo era completamente reacio a los curas, y mi opinión de la mayoría de ellos no era muy buena, pero con Dani es completamente diferente, será como una bendicion para la diócesis que lo destinan y los feligreses conocerán a una persona cercana, que se involucra con los problemas de los demás y que desprende alegría por donde pasa. Tanto mis hijos como yo le deseamos lo mejor y que su madre pueda disfrutar muchos años de su vuelta a casa, se lo merece. Por último, darle infinitas gracias por toda la ayuda que nos ha dado, le deseamos toda la suerte y felicidad del mundo en su nuevo destino, gracias, siempre quedarás en nuestros corazones. Que la luz te acompañe y que tu camino sea largo y fructífero.