FORO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL MEDITERRÁNEO

La amenaza del cambio climático exige una colaboración y gobernanza sin precedentes en Baleares

Líderes empresariales, políticos y expertos coinciden en un mensaje claro: la colaboración transversal y la innovación son fundamentales para superar los desafíos del cambio climático

La colaboración y la gobernanza ante la amenaza del cambio climático

La colaboración y la gobernanza ante la amenaza del cambio climático / Bernardo Arzayus

Alberto Fraile Oliver

Una sombra amenaza al turismo de sol y playa del Mediterráneo español: el cambio climático y sus devastadoras consecuencias. La segunda jornada del Foro Económico y Social del Mediterráneo, organizado por Prensa Ibérica, se convirtió en un diálogo sobre cómo el cambio climático ya está redefiniendo el futuro del turismo en la región. Este asunto no se puede afrontar de forma aislada o fragmentada, como hasta ahora. Si queremos salir airosos es imprescindible, no solo entender la magnitud de estos desafíos, sino también forjar un camino inédito hacia soluciones colaborativas, regenerativas y resilientes: La era del greenwashing en el turismo ha terminado.

Las directoras de Diario de Mallorca y Diario de Ibiza, Marisa Goñi y Cristina Martín, respectivamente, anfitrionas del encuentro, enfatizaron la necesidad de una colaboración que implique a todos los sectores de la sociedad. «Reunimos a voces de la política, de la empresa, del ámbito turístico, científico y social, porque solo juntos podremos enfrentar el reto del cambio climático en el Mediterráneo», afirmó Goñi. El cambio climático no es solo un desafío ambiental, sino también una cuestión de gobernanza, financiación y cambio cultural sin precedentes.

La mesa dedicada a la colaboración público-privada y a la financiación desentrañó la complejidad de abordar de manera efectiva las amenazas al modelo turístico. El debate giró en torno a una pregunta crítica: ¿Están nuestras estructuras de colaboración preparadas para este desafío? La discusión reveló que aún no lo están. Existe consenso sobre la necesidad imperante de una colaboración más estrecha, no solo entre el sector público y privado sino también con la sociedad en su conjunto, pero el proceso es demasiado lento.

Antoni Riera, catedrático de Economía Aplicada y moderador del debate, subrayó la necesidad de redefinir los parámetros con los que se evalúa la industria turística. “Se ha hecho evidente el impacto que el cambio climático tendrá en los destinos turísticos mediterráneos, desde la pérdida de idoneidad climática hasta las alteraciones en los flujos turísticos y la demanda». Riera también planteó la relevancia de incorporar criterios biofísicos y ambientales en la medición de indicadores turísticos, indicando la urgencia de políticas de adaptación y compensación.

Hacia un enfoque integral

Por su parte, Marcial Rodríguez, conseller de Turismo del Consell de Mallorca, planteó la necesidad de un enfoque integral para enfrentar el reto, destacando la importancia, no solo de la colaboración público-privada, sino también la esencial colaboración público-público como piedra angular para una nueva gobernanza efectiva. «El cambio climático no es simplemente un ingrediente o un condimento en el turismo; es el menú completo», afirmó Rodríguez que también destacó la importancia de superar divisiones administrativas para adoptar una visión turística y medioambiental integral. Rodríguez llamó a mejorar la cultura de colaboración entre las administraciones y abogó por una planificación a largo plazo que contemple no solo el turismo, sino también la gestión del territorio en su conjunto, enfocándose en la sociedad y el medio ambiente que lo rodea.

Catalina Alemany, directora de RSC de Riu Hotels, afirmó que la colaboración público-privada es un recurso todavía no plenamente explotado y añadió que el éxito de los proyectos de sostenibilidad depende de la capacidad para trabajar en sintonía con los planes y ritmos de los socios públicos y comunitarios. Este enfoque, según Alemany, requiere de una disposición a compartir el control y adaptarse a las dinámicas de gobernanza compartida, estableciendo relaciones de confianza y compromiso mutuo.

Por su parte, José Luis Mateo, diputado del Parlament de les Illes Balears, señaló que la colaboración no debe limitarse solo a las entidades públicas y privadas, sino que debe ser un esfuerzo colectivo que involucre a cada segmento de la sociedad, desde los hogares hasta los empresarios y funcionarios, destacando la responsabilidad compartida en la transformación del destino para convertirlo en un referente de protección medioambiental tras décadas de éxito turístico. También apostó por la simplificación de trámites burocráticos, la promoción de la digitalización en todos los sectores incluido el turismo, y una coordinación mejorada entre las diversas iniciativas para avanzar hacia metas compartidas.

Julie Salgado, directora de Relaciones Institucionales de Endesa, identificó tres pilares clave en la estrategia de Endesa para la descarbonización: la penetración de las energías renovables, la electrificación de la demanda, y la eficiencia energética, cada uno dirigido a reducir la dependencia externa y, a la vez, promover un entorno más sostenible. Asimismo resaltó la importancia de un soporte administrativo ágil para tecnologías emergentes y un marco legal que asegure la viabilidad y seguridad de las inversiones en el sector.

Salvador Losa, conseller de Presidencia del Consell de Ibiza, apostó por integrar la sostenibilidad en todas las facetas de la toma de decisiones, tanto en el sector público como en el privado, para enfrentar el cambio climático. Enfatizó la necesidad de desestacionalizar el turismo y puso de relieve el impacto directo del cambio climático en recursos vitales como los acuíferos y el sector agrícola insular. En este contexto, destacó los eventos deportivos como ejemplos de nuevos productos turísticos sostenibles y desestacionalizadores.

Mateu Hernández, director general del Consorcio de Turismo de Barcelona, repasó la larga trayectoria y el éxito del modelo de colaboración público-privada en la gestión y promoción turística de Barcelona, un modelo que ha permitido a la ciudad convertirse en un referente a nivel mundial. La experiencia acumulada durante tres décadas se refleja en una gobernanza, donde el sector privado juega un papel predominante, evidenciando un equilibrio entre la implicación estratégica pública y la iniciativa privada. Este modelo ha logrado una autofinanciación exitosa de las acciones de promoción turística y la implementación de proyectos innovadores en sostenibilidad, tales como la certificación Biosphere o el trabajo conjunto en la obtención de eventos de gran envergadura, como la Copa América.

 Alfredo Serrano, director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), habló de la importancia crítica de la descarbonización en la industria de cruceros y destacó el papel fundamental de la colaboración y la planificación estratégica en este proceso. Serrano afirmó que, “a pesar de que los cruceros contribuyen con un porcentaje relativamente bajo al total de emisiones de CO2 globales, el sector está comprometido en la transformación medioambiental hacia la sostenibilidad”. La descarbonización es una cuestión existencial para el sector de los cruceros e hizo hincapié en la necesidad de una voz unificada por parte de los destinos y una comprensión más profunda de los retos específicos que enfrenta la industria de los cruceros.

Inés Batle, presidenta de la Asociación Hotelera de la Bahía de Cala Millor, resaltó la importancia de una respuesta holística al cambio climático, integrando a todos los sectores de la sociedad en este esfuerzo. Con un enfoque centrado en la colaboración tanto pública-privada como público-público, Batle subrayó la necesidad de superar las barreras jurídicas y operativas para lograr una gobernanza efectiva frente a los retos medioambientales actuales. 

Antoni Timoner, cofundador de Oikos, ilustró cómo la brecha de datos impide el flujo de capital hacia iniciativas sostenibles. Resaltó la necesidad de que las empresas turísticas comuniquen de manera efectiva sus emisiones y riesgos relacionados con el cambio climático alineándose con las directrices de la Declaración de Glasgow. 

Argumentó que es imperativo superar los enfoques a corto plazo para establecer estrategias que permitan afrontar los retos del cambio climático en un marco temporal más amplio, que trascienda los ciclos políticos y se ajuste a los horizontes climáticos de varias décadas.