Anuario Diario de Ibiza 2023 - Crisis

Trabajadores pobres en las Pitiusas

La carestía de la vivienda, la inflación generalizada y las sucesivas crisis convierten en precarias a personas con empleo

Cola de usuarios de Cáritas por el reparto de alimentos en su sede de Vila. | VICENT MARÍ

Cola de usuarios de Cáritas por el reparto de alimentos en su sede de Vila. | VICENT MARÍ

Bien es conocido que la pandemia de covid19 causó estragos en las clases medias y trabajadores de todo el país y especialmente de las Pitiusas, dependientes en mayor grado del turismo. También fue un duro golpe la crisis del 2008, y en esta sucesión de las cosas muchas familias se han visto seriamente afectadas, a lo que en Ibiza y Formentera hay que sumar la grave crisis habitacional y la carestía de la vida. En enero, este diario publicaba un reportaje de Cáritas en el que se alertaba de un aumento de usuarios de esta entidad de la Iglesia.

Voluntarios y trabajadores en el interior de la sede principal de Cáritas en Eivissa. | VICENT MARÍ

Voluntarios y trabajadores en el interior de la sede principal de Cáritas en Eivissa. | VICENT MARÍ

Aunque es habitual que crezca la demanda asistencial en invierno, a principios de 2023 esto fue más pronunciado. «Los repartos de comida de la sede de Cáritas Diocesana en Ibiza prácticamente se han duplicado este comienzo de año respecto a la media del pasado. Juan Torres, director de Cáritas en las Pitiusas, explica que si antes preparaban una media de 30 o 40 entregas diarias de alimentos, un día del actual mes de enero se llegaron a alcanzar las 82», denunciaba ese texto, publicado en la edición del 26 de enero. Lo habitual ese mes fue que se superasen las 60 entregas diarias sólo en la sede de Vila. Entre los solicitantes de ayuda a Cáritas hay personas que, a pesar de tener un empleo a jornada completa, no llegan a final de mes.

La mayor parte de los atendidos son inmigrantes —muchos en situación administrativa irregular, por lo que trabajan sin contrato— y trabajadores de la temporada turística cuando ya se les ha agotado el dinero del verano. Antes del covid esto ocurría en enero, pero ahora puede darse incluso a partir de noviembre. En julio, este diario publicaba que el número de personas que vive en la calle en Vila ha aumentado de forma considerable en los últimos años, tal y como alertaron Cáritas y Cruz Roja. Esto se incrementa en temporada, cuando muchos trabajadores vienen a Ibiza en busca de un empleo y se topan con unos inasumibles precios de alquiler.

«He leído un poco la Constitución. El artículo 47 dice que todos tenemos derecho a una vivienda digna y el 35, que tenemos derecho a un trabajo digno. ¿Dónde está la dignidad si te cobran más por una habitación de lo que te pagan en un trabajo?». Son palabras de Salvador Turigas, un ciudadano que intervino en un acto del Día de las Personas sin Hogar celebrado en Vara de Rey. A finales de enero, el centro de baja exigencia de sa Joveria inaugurado dos meses atrás ya acogía a 40 personas sin hogar y preveía que esa misma semana ingresasen otras cuatro.

Además, todos los días personas en una situación precaria acuden a la parroquia de Santa Creu (donde les atiende Miquel Àngel Riera, delegado de Cáritas) pidiendo ayuda para encontrar un techo asequible o simplemente apoyo emocional.

Todo este contexto complica poder completar las plantillas de muchos sectores. Cáritas creó una agencia de empleo en 2021 y este año ha celebrado la segunda edición de los ‘Premis Cor’, para agradecer a las empresas colaboradoras. En dos años de funcionamiento, esta bolsa de trabajo ha posibilitado que 70 personas encuentren empleo.