Los temporales azotan las islas

Ibiza y Formentera tampoco se han librado de registrar algún que otro temporal este año. A mediados de enero se activó la alerta naranja por vientos de hasta 90 kilómetros por hora y fenómenos costeros. El aeropuerto registró rachas superiores a los 70 kilómetros por hora. Los puertos pitiusos tuvieron que permanecer cerrados durante horas y los comercios de alimentación de la pitiusa del sur estuvieron tres días sin recibir frutas, verduras, lácteos, huevos, embutidos y carne. Además, cuando se producen este tipo de episodios, los bomberos siempre reciben varias llamadas por caídas de árboles o mobiliario urbano.

El 27 de agosto, los 750 pasajeros de un barco procedente de Valencia se llevaron un buen susto al colisionar contra un muelle del puerto de Vila por el fuerte viento provocado por el temporal ‘Betty’, que también dejó a su paso barcos encallados y destrozados. Una estampa que se repitió a principios de septiembre, sobre todo en Platja d’en Bossa y Talamanca. En noviembre, otro temporal causó problemas en el transporte marítimo pitiuso y la playa de ses Illetes desapareció por la subida del nivel del mar. Diciembre también comenzó con algunos incidentes por el mal tiempo.