El Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Sant Josep están intentado alcanzar un acuerdo para construir una casa cuartel en este municipio, un edificio que albergaría cuantos más agentes mejor con el fin de intentar solucionar el grave problema de acceso a la vivienda que, como a tantos otros colectivos de la isla, afecta a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que genera una gran inestabilidad en las plantillas. La construcción de este cuartel en Sant Josep, un asunto que colea desde hace ya varios años, fue uno de los temas que se abordaron el pasado miércoles en la cena que presidieron en Sant Josep el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el alcalde del municipio, Josep Marí Ribas, Agustinet, y en la que también participó el comandante de la Guardia Civil, Enrique Gómez Bastida, además de otras autoridades y personalidades de la isla.

Hace varios años que el Ministerio del Interior se planteó dividir en dos el puesto de la Guardia Civil de ses Païsses (Sant Antoni) y edificar un segundo cuartel en Sant Josep, ya que es el municipio pitiuso que mayor incremento demográfico ha sufrido en los últimos años y, además, Platja d'en Bossa se ha convertido en un lugar que genera una gran cantidad de problemas de seguridad a raíz de los beach clubs y hoteles-discoteca que se han ido instalando.

La idea, confirmaron fuentes del instituto armado, sería que este nuevo cuartel se encargara de la seguridad en la zona del municipio que abarca desde Cala Vedella hasta Sant Jordi, mientras que el acuartelamiento de Sant Antoni cubriría la bahía de Portmany -que incluye el West End y Cala de Bou, dos áreas que generan mucho trabajo- y todo el municipio de Sant Joan. A esta veterana exigencia de prestar mayor atención a los zonas turísticas de Sant Josep, se suma ahora la necesidad de proporcionar viviendas a los agentes. Por tanto, urge encontrar un inmueble adecuado en el municipio, ya que tiene que ser un edificio con pisos para poder crear una casa cuartel.

Dos edificios

En mayo de 2006, Marí Ribas reveló que el Ayuntamiento ofreció a Interior un solar de unos 7.000 u 8.000 metros cuadrados en sa Guaita, en la salida del pueblo de Sant Josep hacia Vila. El Ayuntamiento también presentó a la Guardia Civil la opción de otro terreno que, si bien es más pequeño que el anterior -tiene 1.800 metros cuadrados-, está mejor situado, ya que se encuentra muy cerca del aeropuerto. Representantes de asociaciones de la Guardia Civil consideraron que se trata de una buena oportunidad que habría que aprovechar para edificar el mayor número de viviendas en este futuro cuartel para todas las unidades del instituto armado en la isla.

Por contra, y también desde el ámbito de la Guardia Civil, apuntaron que, quizás, sería mucho más apropiado aumentar el plus de insularidad que reciben los agentes al menos hasta el mismo nivel que se otorga a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en las islas menores de Canarias. Con ese plus los guardias podrían hacer frente a los precios de los alquileres, señalaron.

El puesto de la Guardia Civil de Sant Antoni, situado en ses Païsses, lo integran 134 agentes, aunque la plantilla no está completa. Nueve forman el Área de Investigación, 37 la de atención ciudadana y 88 la de prevención de la delincuencia. En el caso de que se creara un cuartel más cerca de Platja d'en Bossa, aproximadamente la mitad de estos agentes pasarían a trabajar a las nuevas instalaciones. Además, desde el verano de 2016 la oficina de información situada en Platja d'en Bossa funciona como un SATE (Servicio de Atención al Turista Extranjero) de la Guardia Civil.