La nauseabunda fuga de aguas fecales que se produjo el pasado domingo en el paseo marítimo de la zona de es Caló des Moro, en Sant Antoni, y que canalizó su fétido contenido hasta el mar, tuvo su origen «en un atasco en el colector de la zona debido a la acumulación de trapos, como toallitas higiénicas, solidos y bastoncillos, así como aceite, que forma placas de jabón» al saponizarse, según detalló ayer Pablo Valdés Cardona, edil de Medio Ambiente y Limpieza, que además es primer teniente de alcalde de esa localidad.

El vertido y la avería «ya están solucionados», según indicó Valdés. Pero «debido a la proximidad a la playa», el Consistorio «estudiará instalar algún tipo de alarma o algún sistema que avise» cada vez que se produzca una fuga como la del pasado fin de semana.

El responsable del departamento de Medio Ambiente de Sant Antoni recordó ayer que «ya se cambio el bombeo de esa zona el año pasado», que visto lo sucedido no ha sido tan eficaz como se esperaba. No es la primera vez que las toallitas higiénicas provocan vertidos en la costa de Ibiza, como el sucedido en noviembre en es Caló de s'Oli (Sant Josep).