La Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE) presenta el primer estudio del brillo del cielo nocturno en la isla de Ibiza, que ha sido asesorado y dirigido por el profesor Jaime Zamorano, del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid.

El mapa realizado es el primero en cubrir casi la totalidad de la isla con la distribución espacial del brillo del cielo nocturno. Este estudio tiene como objetivo poner de manifiesto el problema de la contaminación lumínica y su incidencia en la isla, preservar las zonas que todavía disfrutan de una oscuridad considerable e intentar que esta contaminación lumínica se reduzca a lo largo del tiempo de una manera racional.

La AAE pretende que este estudio sea un referente para concienciar a las diferentes administraciones y a la ciudadanía en general, de cara a preservar y mejorar el cielo oscuro de las Pitiusas.

"Un cielo sin luces artificiales es esencial para la práctica de la astronomía, pero también para el adecuado descanso de las personas y la preservación de las especies silvestres", afirma la asociación en un comunicado.Fotómetro astronómico

Para hacer este estudio, la AAE ha utilizado un fotómetro astronómico profesional diseñado para proporcionar más brillantez superficial del cielo nocturno. Este fotómetro, conectado a un ordenador, se ha instalado en el techo de un vehículo apuntado al cenit, proporcionando lecturas del brillo del cielo durante los diferentes recorridos realizados por las carreteras de la isla. También se ha adaptado en un barco para tomar medidas marítimas. Para localizar la posición de cada dato, se ha usado un GPS, conectado al mismo ordenador que el fotómetro, que registra las coordenadas al mismo tiempo que se realizan las lecturas del brillo del cielo.

Los datos se han obtenido durante noches claras y sin luna, y al menos dos horas después de la puesta de sol. Un cielo sin nubes es obligatorio, porque las nubes reflejan la luz y perturban los datos que se adquieren.

Hasta el momento, se han realizado 5.290 medidas en toda la isla y en los alrededores marítimos, entre el 18 de noviembre de 2016 y el 23 de septiembre de 2017.

Con los datos recogidos, el profesor Jaime Zamorano ha elaborado el mapa presentado y que se puede consultar en linea a través de la página web de la AAE, en su sección de Contaminación Lumínica.

El mapa puede ser considerado como representativo de la brillantez mediana del cielo en noches claras y sin luna durante el periodo de realización del estudio (noviembre de 2016 - septiembre de 2017).

Observando el mapa obtenido, la AEE asegura que, "sorprendentemente, todavía quedan bastantes lugares oscuros que permiten observar el cielo nocturno estrellado pero que están bastante aislados y muy apartados de las grandes áreas urbanas".Cielo libre de contaminación

Es Amunts presenta zonas con un buen cielo libre de contaminación, así como el pequeño rincón de Cala d'Hort (zona donde se ubica el Observatorio de Cala d'Hort).

Por otro lado, se verifica que las peores zonas (con mayor contaminación lumínica) son las áreas de Vila, aeropuerto, Sant Jordi, Sant Antoni, zona sur del municipio de Sant Josep y las grandes carreteras que interconectan Villa con Sant Antoni y Santa Eulària.

Es por eso que, habiendo aún zonas casi libres de contaminación lumínica, se impone una contención, e incluso una disminución de la iluminación inadecuada para preservar y aumentar las zonas desde donde se pueda contemplar el cielo nocturno estrellado.Protección del medio nocturno

La AAE lleva tiempo reivindicando el desarrollo de la Ley 3/2005 de 20 de abril, de protección del medio nocturno de las Islas Baleares por parte del Consell de Ibiza.

"Si este pequeño estudio puede impulsar de alguna manera el desarrollo de esta ley, ayudando en la zonificación como paso previo para una puesta en marcha de un reglamento, o favorece que los diferentes ayuntamientos de la isla se conciencien que la contaminación lumínica es un problema importante, habrá valido la pena", señalan desde la asociación.

En esta línea, la AAE está manteniendo reuniones informativas con el Consell y los diferentes ayuntamientos de la isla para estimular el desarrollo de ordenanzas y reglamentos de forma coordinada y homogénea.

También destacan que este no es un trabajo aislado, puesto que se puede considerar como la tercera fase de una tarea que la AAE inició hace tiempo con la comparación del brillo del cielo nocturno de diferentes puntos de la isla en diferentes épocas del año (invierno y verano) para concluir que en verano la isla contamina más el cielo nocturno por culpade una mayor emisión lumínica como fruto de la época turística.Estaciones fijas

Además, la AAE posee dos estaciones fijas que miden la contaminación lumínica de forma continua y los datos son enviados directamente a la Universidad Complutense de Madrid (segunda fase del proyecto) como parte de la Red Española de Estudios de la Contaminación Lumínica (REECL).

Además, la AAE tiene intención de seguir midiendo el brillo (u oscuridad) del cielo nocturno en las diferentes zonas donde todavía no ha sido posible hacerlo. A su vez, pretende hacer un seguimiento en el tiempo de la variación de la oscuridad del cielo nocturno realizando mapas temporales como el presentado para estudiar la evolución de en contaminación lumínica.

También continuará realizando medidas en el mar a diferentes distancias de la isla para colaborar con el profesor Jaime Zamorano en la modelización de la dispersión de la luz artificial en la atmósfera causante del brillo artificial del cielo nocturno y su efecto sobre la visibilidad de la luz astronómica, y también comparar las medidas hechas en tierra con las efectuadas en el espacio por los satélites DMSP-*OLS.

Los satélites que toman imágenes de la Tierra por la noche desde el espacio proporcionan datos de radiación de la luz emitida hacia arriba, que es la principal fuente de contaminación lumínica. Los modelos para la dispersión de la luz por la atmósfera tienen que vincular estos datos con el brillo del cielo observado desde la tierra. De aquí la importancia de recoger datos del brillo del cielo con campañas como las que realiza la Agrupación Astronómica de Ibiza.