Entre un 80% y un 90% de los controles de drogas realizados a conductores en las carreteras de Ibiza dan positivo, según las estimaciones de fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT), que calculan que el porcentaje en los de alcohol bajan hasta «el 4% o el 6%». «Es un alto porcentaje en relación a las muestras realizadas», dicen.

Esto se explica, principalmente, por el hecho de que no se llevan a cabo el mismo número de test de alcohol que de drogas, detallan las mismas fuentes, que agregan que los segundos no se pueden hacer a todos los vehículos, como sí sucede con los de alcohol.

En este sentido, apuntan a que en un control habitual pueden hacerse alrededor de 200 pruebas de alcoholemia, de las que, de media, entre ocho y doce arrojan un resultado positivo. En el caso de los estupefacientes, se hacen en casos más concretos y de cada diez efectuadas, entre ocho y nueve confirman el consumo de drogas.

Y es que para las pruebas de alcoholemia, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico cuentan con un etilómetro de aproximación que les permite discriminar en apenas cinco segundos qué conductores han consumido alcohol y quiénes no, y en base a ese resultado después realizan las dos pruebas con el etilómetro evidencial, que necesitan de unos minutos. En cambio, los test de drogas requieren de más tiempo, no hay pruebas de aproximación.

Entonces, las citadas fuentes explican que el control de estupefacientes se hace a aquellos conductores en los que los agentes aprecian síntomas de consumo, pues todos han recibido formación sobre los efectos que causan las drogas en el organismo, con el fin de detectarlos y decidir así a quien someten a las pruebas. No obstante, el objetivo de estos controles no es sólo localizar infractores, sino realizar un muestreo aleatorio de pruebas a conductores para concienciar a la gente de que se hacen, para que sepan que no hay impunidad.

La droga más detectada, cocaína

Atendiendo al tipo de droga que se detecta en estas pruebas, en Ibiza la primera es la cocaína y sus derivados. En segundo lugar, el grupo del cannabis -donde se incluyen el hachís y la marihuana, por ejemplo- y a continuación se encontrarían las metanfetaminas.

No obstante, lo más habitual es que quienes dan positivo en estas pruebas lo hagan por más de una sustancia. Aunque no pudieron facilitar datos ni estimaciones al respecto, las citadas fuentes apuntan a que esto sucede «más de lo que debería». Además, destacan que los positivos por drogas se dan tanto en invierno como en verano, y no solo entre conductores habituales sino también profesionales.

La prueba de detección de drogas, que se realiza en el interior del furgón de la Guardia Civil de Tráfico y suele durar unos minutos -aunque depende de la colaboración de la persona-, consiste en impregnar de saliva un bastoncillo que se introduce en el aparato que arroja el resultado.

Este aparato determina la presencia de hasta cinco grupos de sustancias estupefacientes diferentes, si bien la normativa no aumenta la cuantía ni la pena si se da positivo en un único grupo de drogas o en los cinco.

Denuncia administrativa

En ese sentido, fuentes de la Fiscalía resaltan que todo lo referido a consumo de drogas se tramita de forma administrativa, no como infracción del Código Penal, salvo en casos en que se produzcan accidentes con heridos graves o fallecidos. «Son pocos los casos que nos llegan a nosotros», detallan las citadas fuentes, que agregan que en los casos que van al juzgado no se acusa como delito por el consumo de drogas, sino que esta circunstancia se tiene en cuenta para valorar lo sucedido, puesto que conducir habiendo consumido estupefacientes es «una imprudencia grave».

«El Código Penal no establece que tenga que dar una cantidad exacta de drogas», apuntan desde el Ministerio Público, que agregan que la dificultad radica en que se habla de «circular bajo la influencia de las drogas» pero no se ha establecido qué droga afecta más, en qué tasa...». «Está claro que afectar, afecta, si no, no se consumirían», agregan.

En esta línea, fuentes de la DGT subrayan también que la ley no determina la cantidad que supone dar positivo en drogas, de manera que su presencia en el organismo -que se determina con el test que realizan- ya es considerado una infracción. «Hay estudios que dicen que la sola presencia de drogas en el organismo afecta de forma negativa a la conducción normal», agregan y hacen referencia, entre otras cuestiones, a los reflejos o a la alteración de la realidad.

No importa cuándo se consumió

Y sobre esto aclaran que da igual cuándo se hubiera consumido la sustancia, algo que es habitual que usen como excusa aquellos conductores que son cazados dando positivo en drogas.

Así, puntualizan que si el aparato detecta las drogas es porque éstas existen en el organismo, y eso ya por sí solo implica una disminución de los reflejos de la persona y de su actividad motora. Por ello, el tiempo que haga que se ha consumido no es relevante para imponer la correspondiente sanción.

Cuando la prueba de saliva que se hace a los conductores es positiva, se toma una segunda muestra que se introduce en un tubo, se sella, se identifica con un código asociado a la denuncia y se envía al laboratorio para su análisis.

Es entonces, cuando el laboratorio remite a la jefatura de Tráfico el resultado -que ratifica el realizado primero- cuando se inicia el procedimiento sancionador contra el conductor.