Imbornales convertidos en papeleras, donde se acumulan todo tipo de desechos impidiendo que cumplan su función de desagüe en caso de lluvias, como el de la fotografía (junto a la avenida de la Paz), son fáciles de ver por Vila. Después caen cuatro gotas y algunas calles se convierten en riadas por donde no se puede ni pasar. Como siempre.