­El pequeño comercio de la isla no se beneficiará de la tan anunciada buena temporada turística. Así lo asegura el presidente de la asociación de Comercio de la Petita i Mitjana Empresa d´Eivissa i Formentera (Pimeef), José Javier Marí Noguera, que aventura que este verano será, para los pequeños comerciantes de las islas, «más o menos como el año pasado».

Marí Noguera reconoce que la temporada pasada fue bien, pero está convencido de que este tipo de establecimientos no notará los efectos de la tan anunciada buena temporada: «Es la apreciación que tenemos porque aún no contamos los datos de la encuesta que se realiza cada año». Marí Noguera recalca que la «mejoría» se centra en la hostelería y la restauración, que son los sectores que se nutren más directamente del turismo. «Al comercio local le cuesta más subir las ventas, sobre todo a los negocios que no se encuentran en zonas turísticas», apunta. El presidente de los comerciantes pitiusos explica que, a pesar de eso, el pasado mes de mayo fue mejor para ellos respecto al de 2015, «que ya no fue malo», pero lamenta que esa tendencia no se ha mantenido en junio: «Se ha producido un estancamiento, sobre todo en la última semana».

Marí Noguera cree que este parón de la última semana se puede deber a que los residentes, principales clientes del comercio local, están ya a la espera de que empiecen las rebajas. Recalca que la mayoría de los establecimientos que se encuentran en zonas no turísticas, como todos los ubicados en el ensanche de la ciudad de Vila, no se benefician directamente del aumento de visitantes. «Los datos están lejos de lo que se esperaba, de las expectativas que se habían ido creando al inicio de la temporada. Los hoteleros habrán mejorado la ocupación o subido los precios, igual que los restaurantes, pero en el pequeño comercio no se han disparado las ventas», insiste.

«Polarización» del turismo

Además, Marí Noguera afirma que el pequeño comercio sale perjudicado de la «polarización» que, asegura, está exprimentando el turismo en las Pitiusas. «El turismo de lujo busca, lógicamente, unos negocios y unos ambientes determinados, exclusivos. Y al mismo tiempo sigue viniendo un turista de clase media baja que lo que busca, básicamente, es sol, playa y fiesta», indica el portavoz de los comerciantes, que recalca que en ninguno de los dos casos se trata de un tipo de visitantes que visite el comercio local. Además, señala que los visitantes que se aventuran de compras lo hacen en lugares muy concretos, como las zonas turísticas, los mercadillos y el centro histórico de la ciudad de Ibiza. «Los mayoristas de alimentación, por ejemplo, sí están notando un incremento [de la actividad]. La gente siempre tiene que comer y beber. Otra cosa es que compren», indica.

Marí Noguera explica que a los pequeños comerciantes les «cuesta» buscar fórmulas para atraer clientes. Asegura que en más de una ocasión se han planteado, por ejemplo, abrir a mediodía, pero señala que se trata de medidas que les suponen mucho esfuerzo y que, además, no tienen efecto a corto plazo.

El presidente de la asociación de Comercio indica que contratar a trabajadores por horas o becarios para poder tener abierto durante más horas es algo «complicado» que «sólo pueden permitirse las grandes cadenas». Confía en que, con el tiempo, esto resulte menos difícil. «No es fácil sacar adelante un negocio. Implica muchas obligaciones y muchos empresarios, cuando se plantean medidas como abrir a mediodía, están convencidos de que no les va a compensar no ir a casa a comer o dejar de dormir», apunta José Javier Marí Noguera.