Las colas en las paradas de taxis vuelven a ser una escena habitual, como cada año durante la temporada turística. Las decenas de personas de la foto (en su gran mayoría, turistas) esperaban en la avenida de Bartomeu Roselló el sábado sobre las ocho de la tarde a que llegara un taxi. Una desagradable experiencia que empañará su recuerdo de la isla.