«Mi nombre es Jorge Pardo, toco el saxo y la flauta. No canto. no bailo, no soy gitano, pero toco flamenco». Así es como se presenta Jorge Pardo ante la quincena de personas que se han congregaado en sa Qüestió, en Ibiza, para disfrutar de la masterclass que este músico ofreció antes de su concierto de anoche en Can Ventosa. «La magia del sonido me cautivó», expresa Pardo para justificar su extensa trayectoria profesional, que comenzó en la década de los 70.

«Hay que desterrar algunos mitos que rodean al flamenco», insiste Pardo. Por ello, sostiene que la música no es cuestión de razas ni de nacionalidades, sino de ritmo. «En el ritmo no hay secretos, hay que sumergirse en él. Este es el único misterio», afirma. En su opinión, no hace falta nacer en el seno de una familia de músicos para practicarlo. «En la mayoría de las casas hay un ordenador para estudiarlo y sentirlo», señala Pardo en la sesión, dirigida tanto a principiantes como a profesionales.

Influencias

Aunque su primer contacto con la música fue con la guitarra, enseguida se dio cuenta de que aquel no era su instrumento. «Coincidí con un grupo de guitarristas muy buenos, yo no podía competir con ellos», bromea el músico, nacido en Madrid.

De hecho, a los 17 años tuvo la «fortuna» de coincidir con Paco de Lucía y Camarón y afirma que la relación con estas leyendas del flamenco le marcó en su carrera. «Empecé con la crema de ese estilo. Tuve las orejas y los ojos bien abiertos para recibir toda la información posible», remarca Pardo, que evita etiquetar su estilo como fusión de flamenco-jazz. «Todos los géneros están presentes en mi música», sostiene.

Para expresar su arte, independientemente del estilo, opta por la flauta y el saxofón. Toca ambos instrumentos con la misma facilidad con la que una persona ambidiestra escribe con las dos manos. Por esta razón, le cuesta escoger entre los dos instrumentos de viento. Aunque al principio dice que solo podría elegir bajo la amenaza de una punta de pistola, segundos después se decanta por uno de ellos: «La flauta quizá sea mi instrumento más íntimo, ya que si estoy solo en casa es con el que me expreso», confiesa. A pesar de que ha sido reconocido con numerosos galardones, como el de mejor Musico de Jazz Europeo en 2013 o el Premio Nacional de Músicos Actuales en 2015, asegura que su vida no ha cambiado «en nada». «El único sentimiento que me provoca recibir premios es agradecimiento, pero no me los creo», opina Pardo.

Por la noche, el músico ofreció un concierto en Can Ventosa, incluido en el ciclo ´Qüestió de música´, acompañado de Carlos Maldonado, Luis Amador, los guitarristas Luis Fernándes e Ismael Rodríguez, Víctor Gresely, la cantaora Mati Fernández y las bailaoras Sara y Tamara.