­El famoso delincuente 'el Niño Sáez', de nuevo detenido y puesto en libertad en Ibiza, esta vez por, presuntamente, robar en el hospital de Can Misses varias botellas de oxígeno líquido, es, según los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía, sospechoso de los principales robos que el año pasado se cometieron en el isla con el uso de sopletes y lanzas térmicas, motivo por el que los autores de estos delitos necesitaban el material que sustrajeron en el centro médico.

Por tanto, a juicio de la Policía, ´el Niño Sáez´, F. J. M. S., y sus compinches podrían ser los autores del robo más importante del año pasado, que se produjo a finales de septiembre en las oficinas del café Mambo, en Sant Antoni, y de donde se llevaron, entre dinero, relojes y joyas, 550.000 euros. También sería el autor del espectacular golpe frustrado perpetrado sobre un furgón blindado embarcad0, siempre según la información policial, ya que en este intento de robo los ladrones emplearon sopletes.

En consecuencia, según esta teoría policial, ´el Niño Sáez´ y sus compañeros también podrían ser los autores del robo de dos todoterreno BMW X6, valorados cada uno en 80.000 euros, que fueron sustraídos de los muelles de es Botafoc a finales de julio del año pasado y que, al menos uno de ellos, fue empleado en la huida del robo frustrado al furgón blindado del ferry ´Posidonia´. Este año también se han producido robos en los que se han empleado sopletes o lanzas térmicas, como el registrado en la central de Gasifred en Vila o, ya en Sant Antoni, en las oficinas de Café del Mar. No obstante, pese a todas estas sospechas por parte de los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Ibiza, ´el Niño Sáez´ no está oficialmente acusado de estos robos.

El último arresto

En esta última detención, la segunda de este año, ´el Niño Sáez´ fue arrestado junto a otras dos personas a las que también se acusa de perpetrar el robo de las botellas de oxígeno en Can Misses. La Policía Nacional detalló en un comunicado que «las botellas de oxígeno pueden ser utilizadas como combustible para abrir cajas fuertes y armarios blindados, mediante determinados procedimientos, como el corte de planchas de metal y las llamadas lanzas térmicas, que perforan blindajes de alta resistencia al introducir una barra de metal incandescente a altísimas temperaturas». Según la Policía, este tipo de actuación suele ir acompañada de la anulación de las posibles alarmas y requiere de «un alto grado de especialización, tecnificación y profesionalidad», así como organización y planificación.