­La Policía Local de Sant Antoni ha denunciado a una mujer de 72 años que tenía alrededor de cien animales en su propiedad, gran parte de ellos en la parte exterior, separada por una valla. Los agentes, acompañados por un técnico de Medio Ambiente, localizaron la vivienda y encontraron unos 70 perros y 30 gatos. Una portavoz del Ayuntamiento informó ayer de que la mujer no tiene diagnosticada ninguna enfermedad. Es una australiana que cuenta con carné de residencia en España, que llegó a la isla hace más de 40 años y que vive sola, según explicó el veterinario que atiende a los animales.

La denunciada comentó que recogió a los perros que encontró en la calle porque le daban lástima, motivo por el que se encargaba de cuidarlos, según informó el Consistorio. Algunos vecinos llamaron a la Policía porque les molestaban los ruidos de los canes y de los felinos, que estaban mezclados unos con otros. Además, también informaron de que se percibía mal olor, añadió el Consistorio.

Los agentes, el técnico de Medio Ambiente y un veterinario del Consell se desplazaron hasta la finca, donde comprobaron que solo tres animales tenían el chip y la cartilla obligatoria. Por este motivo, la Policía Local formuló varias denuncias administrativas, según informó ayer la portavoz municipal en un comunicado.

Los especialistas constataron que los gatos y perros se encontraban en buen estado de salud, aunque algunos sufrían problemas de sobrepeso. Además, vieron que la finca no era el lugar idóneo para ellos, puesto que no disponían de un habitáculo adecuado para resguardarse de las inclemencias del tiempo y estaban rodeados de sus propios excrementos.

Los agentes comunicaron la situación al Consistorio, que ha dispuesto ya los trámites necesarios para regularizar su custodia, la vacunación y censarlos. Si es necesario, se pueden trasladar a un lugar especializado. En base a los metros del terreno, calcularán cuántos animales puede tener en casa la mujer, teniendo en cuenta la ordenanza municipal.

Joan Pereyra, propietario de la clínica veterinaria Vidal-Pereyra y veterinario que atiende a los animales de la denunciada, habló ayer con la mujer, que está muy afectada por lo sucedido. Según él, no es cierto que visitaran la propiedad, una finca de unos 40.000 metros cuadrados en Can Tomàs, la semana pasada, como informa el Consistorio, sino antes de Semana Santa. El veterinario también aseguró que hay 70 perros y solo tres gatos y que la mayoría tienen colocado un chip, en concreto 55 de los canes, según informó ayer Pereyra.

Bien cuidados

El dueño de la clínica atiende desde hace años a los perros de esta mujer. Según informó, todos están bien cuidados, tanto que es cierto que algunos sufren sobrepeso. Explicó que por el día están sueltos por la propiedad, al aire libre, pero que por la noche duermen resguardados debajo de un porche o dentro de la casa payesa, que tiene dos plantas.

Añadió que no le han quitado ningún perro y que los pocos vecinos que tiene cerca están contentos con ella y agradecen que recoja a los animales abandonados. Incluso, explicó que mucha gente le entrega camadas de cachorros que no pueden atender.

«Durante muchos años ha limpiado casas para poder mantener a todos los perros», comentó Pereyra, que está poniendo microchips a todos para cumplir la normativa.

Además, explicó que están desparasitados y que han castrado a todos los machos y esterilizado a las hembras, para que no puedan reproducirse. «La denuncia la puso un ciclista que pasó por allí», concluyó el veterinario.