El Ibiza Gran Hotel tendrá a partir de la próxima temporada la máxima categoría, cinco estrellas gran lujo, según dieron ayer a conocer la consellera de Turismo de Ibiza, Carmen Ferrer, y el director general de ese establecimiento, Raúl Sierra, durante la presentación de la isla como «destino de lujo». Será el único hotel de la isla con esa categoría y, en palabras de Sierra, el objetivo de la empresa es convertirse en el más lujoso del Mediterráneo. Eso sí, en sus colchones de 30 centímetros de grosor (una de las peculiaridades para alcanzar esa categoría) solo podrán dormir los clientes durante medio año. El resto seguirá cerrado.

«Hay que ser realista. Mantenerlo abierto todo el año es difícil», reconoció Sierra. Para tenerlo en funcionamiento de enero a diciembre necesitan, como mínimo, «una ocupación de entre el 40 y el 45%».

Y en invierno es imposible: «La razón: las conexiones aéreas», admite Sierra. Lo de siempre. El establecimiento lo intentó nada más empezar su andadura en 2008, pero al poco tiempo se topó con la cruda realidad invernal de Ibiza.

Margen, pero especializados

Respecto a la gran cantidad de hoteles que se han reconvertido al lujo durante los últimos años (y los que están por venir), la consellera de Turismo cree que aún hay margen para más de cinco estrellas: «Pero si se especializan», matizó. «Hay capacidad para más, pero siempre y cuando se centren en algún segmento. Hay margen, pero en la diferenciación», añadió, para sugerir, por ejemplo, los de turismo familiar de Cala Tarida o Port des Torrent, o incluso los de Platja d´en Bossa que han sacado partido del nicho de la música, tanto del rock como de la de discoteca.

«No todo ha de ser lujo en las Pitiusas, aunque con él sí que se llega a otros segmentos de nacionalidades y de clientes», que es lo que busca la isla, dijo Ferrer.

Para Sierra, esa apuesta por las ´seis estrellas´, que lleva aparejada una mayor contratación (tendrán 1,42 trabajadores por habitación, «una ratio muy elevada para el sur de Europa»), tiene sus límites: «No hay que olvidar al resto de categorías». No todas las reconversiones deben tener la vista puesta en ganar estrellas: «Hay que pensar en toda la variedad de turistas que llegan a las Pitiusas y en que, por tanto, se necesitan además establecimientos de tres y cuatro estrellas... Pero con calidad», recalca Sierra.

Y esa calidad, advierte, también se la deben encontrar los clientes cuando salen a la calle, se bañan en las playas o van a las discotecas. En la isla «no todo tiene que ser de lujo, pero si tiene que haber unos niveles aceptables», algo para lo que las instituciones «deben aportar su apoyo», subrayó.

Desde la altura de un ´seis estrellas´, Raúl Sierra contempla «una próxima temporada excelente», porque «Ibiza está en el candelero». El hotelero cree que es un destino que en vez de venirse abajo, «se regenera cada año», algo inusual: «Ibiza es una marca que vale mucho. No sé si tanto como la Coca Cola, pero mucho».

El deporte mueve masas

La presentación de Ibiza como destino deportivo tuvo una asistencia inusitada, y no solo porque la televisiva Mónica Martínez («hija adoptiva de la isla», dijo de sí misma) hiciera de anfitriona. La presentadora de ´Adán y Eva´, que no descarta que alguna vez se ruede en Ibiza o Formentera, recordó que en las Pitiusas «no solo hay fiesta, playa y sol».

Ella misma, que empezó a venir por esa razón (y como modelo), prefiere ahora su lado más relajante y deportivo. Con la presencia en la sala del seleccionador nacional de triatlón, Iñaqui Arenal, de la corredora de maratón Tamara Sanfabio, de la karateca Irene Colomar y del exfutbolista Aitor Ocio, entre otros deportistas (estaba incluso el párroco de Sant Josep, que aunque de paso por la ciudad es corredor de fondo y no quiso perdérselo), Martínez desgranó las diez principales pruebas incluidas en el calendario de Ibiza.

Los organizadores ya han negociado con los turoperadores paquetes para que los deportistas interesados no solo suden pedaleando o corriendo, sino que además disfruten de su estancia. Pero solo los españoles: «Falta aún llegar a los turoperadores internacionales», lamentó al respecto Carmen Ferrer, consellera de Turismo.

«Pero lo conseguiremos a base de consolidar las fechas», añadió. Para un turoperador, 800 o 1.000 participantes es una bicoca. Pero hay que darles gran parte del trabajo hecho. Uno de los trucos es «adelantar las fechas para que el turoperador tenga la seguridad de que ese evento se celebrará», según Ferrer.

Un octubre movido

En esas están también en Sant Antoni. Su jefa de prensa, Briguite Bobet, presentó el ´October festival´, que se celebrará del 9 al 12 de ese mes: «Son unas fechas muy buenas porque es un fin de semana largo. El lunes 12 es fiesta», indicó Vicent Ribas, Mestret, edil de Turismo.

Sus impulsores sueñan con enlazar el ´October festival´ con la segunda convención internacional de ocio, los días 7 y 8. De momento, Ribas ya ha tratado este tema con el turoperador Tui, que está por la labor, y espera que Jet2 y Neckermann se interesen también. Baleària sí que les ha dicho que está dispuesta a potenciar esas jornadas sus conexiones con el Levante «para traer gente de allí». También buscan patrocinador. Un representante de Pepsi se pasó por la sala.