La diatriba verbal con la que el Govern Bauzá carga ahora contra la búsqueda de petróleo en aguas baleares contrasta con su discurso descafeinado cuando los polémicos sondeos sísmicos realizados en 2013, y ocultados a la opinión pública, eran solo un proyecto incipiente. A finales de 2011, la conselleria de Medio Ambiente y Agricultura, desoyendo por completo la opinión de sus técnicos, no se opuso frontalmente a la tramitación de los permisos solicitados por la multinacional Seabird Exploration para hacer prospecciones submarinas con grave afectación sobre las costas de Balears.

Primó el criterio político, que avaló la continuación del papeleo con la condición de que la empresa se comprometiera a minimizar «el impacto sonoro»de su actividad. Para ello, en el acuerdo adoptado donde se fija la postura oficial de Balears frente al proyecto de las prospecciones se suprimió la petición técnica de «pronunciarse en contra»del mismo, y se sustituyó por una redacción mucho más suave. Así, el Govern se limitó a «manifestar su preocupación»por los efectos de los sondeos.

Un año y medio después, la Conselleria detectó y registró -»tenemos pruebas»- detonaciones «con cañones de aire comprimido», que fueron «perfectamente audibles en todo el mar balear»y provocaron un grave perjuicio al violar el periodo de migración de las ballenas comunes a su paso por el archipiélago. Esos disparos nunca han sido divulgados por el Govern, hasta que el miércoles los destapó Diario de Mallorca.

Escudándose en la ignorancia para no pasar por mentiroso ante la ciudadanía, el presidente Bauzá ha descargado en su conseller Biel Company la responsabilidad de la ocultación a la población de las islas de los sondeos petrolíferos.

Informe al Ministerio

En la fase inicial de las prospecciones, el 27 de octubre de 2011, cuando el actual Govern del PP ya llevaba unos meses en el poder, la conselleria que dirige Company emitió un informe sobre el proyecto para llevar a cabo una «campaña sísmica frente a las costas de Cataluña y Balears», solicitado por Seabird Exploration. Era la respuesta del Govern al ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, sobre la necesidad o no de exigir a la multinacional un filtro previo de impacto medioambiental.

El técnico firmante alegó hasta 19 razones contrarias a la realización de los sondeos, por los efectos devastadores que supondrían para el fondo y fauna marinos de Balears. El funcionario concluía que era preceptivo supeditar la autorización para las prospecciones a un estudio previo de evaluación ambiental. «No obstante», termina el dictamen, se propone que el Govern «se pronuncie en contra de este proyecto, comunicándoselo al Ministerio».