Los activistas de Greenpeace han instalado hoy, pocas horas ante de la llegada a Ibiza de su buque insignia 'Rainbow Warrior', una barrera de contención de unos cien metros para proteger de cualquier vertido La Reserva Natural de los islotes de Es Vedrà.

La organización ecologista internacional ha indicado que está acción simbólica ha sido la primera de las que realizaran en aguas de las Baleares para denunciar los peligros que las prospecciones petrolíferas representan para el medioambiente.

Poco después de que amaneciera, activistas de Greenpeace a bordo de botes neumáticos zodiac procedentes del Rainbow Warrior, han colocado una barrera de contención de petróleo de 100 metros frente al límite de la Reserva Natural de los islotes de Es Vedrà, ha indicado la organización ecologista.

La barrera que han instalado es igual a las utilizadas en caso de vertidos, y el objetivo es proteger simbólicamente la Reserva Natural de Es Vedrà y Es Vedranell de las prospecciones de petróleo, que en el hipotético caso de que se produjera un vertido se verá afectadas por la contaminación.

La llegada de los cerca de veinte activistas del Rainbow Warrior, que se estima entrará en el puerto de Ibiza hacia las 17.00 horas, obedece al proyecto de extracción de petróleo que la empresa Cairn Energy pretende desarrollar a unos 30 kilómetros de Ibiza.

A primera horas, los activistas de la organización ecologista también han desplegado una pancarta flotante con la consigna "NO OIL" ("Petróleo NO") junto con otras en castellano, catalán e inglés con el lema "Prospecciones no, renovables sí".

Esta acción ha estado acompañada por el buque insignia de la organización, el 'Rainbow Warrior', entre cuyos mástiles se ha desplegado una pancarta de 144 metros cuadrados también con el mensaje "NO OIL".

"Autorizar prospecciones en estas aguas es una irresponsabilidad y supone una catástrofe para el medio ambiente, la economía y la sociedad de Baleares. Sobre todo cuando existen alternativas sostenibles basadas en las energías renovables", ha indicado Julio Barea, portavoz de Greenpeace, por medio de un comunicado.

Barea ha destacado que "el Gobierno debe dejar de anteponer los intereses de particulares a las empresas petroleras, escuchar lo que le pide la sociedad y cambiar lo antes posible el modelo energético".

El escenario de la protesta

La isla de Es Vedrà es un impresionante farallón rocoso de 388 metros de altura situado aproximadamente a un kilómetro de Ibiza, declarado Reserva Natural y protegido a nivel europeo.

Con esta acción, Greenpeace quiere hacer hincapié sobre las graves consecuencias que podría sufrir la flora y la fauna de una de una de las zonas que son consideradas de las más valiosas del archipiélago balear.

En la Reserva Natural de Es Vedrà habitan diferentes especies de aves marinas, lagartijas e invertebrados endémicos (que solo se encuentran en esta zona), además de una flora de gran riqueza.

Según Greenpeace, otras de las zonas altamente perjudicadas sería el corredor de migración de cetáceos que discurre frente a las costas de Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y el Parque Natural de las Islas Columbretes, por donde pasan -entre otros- la ballena rorcual común o el delfín mular, especie amenazada y de interés comunitario según la Directiva de Hábitats europea y la Ley de Patrimonio Natural y de Biodiversidad 42/2007.

La empresa Cairn Energy, que tiene un permiso de investigación vigente, precisa ahora que la Declaración de Impacto Ambiental sea positiva para poder comenzar las exploraciones sísmicas.