La primera fase de los sondeos petrolíferos autorizados por el Gobierno en el Canal de Valencia deberá someterse a un estudio de impacto ambiental, según asegura la Alianza Mar Blava, que agrupa a la oposición cívica e institucional de las islas contra este proyecto. La entidad afirma que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente les ha transmitido esta exigencia para los sondeos sísmicos que pretendía iniciar Cairn Energy, que ahora verá retrasados sus planes.

Mar Blava destaca que de este modo se abrirá un proceso de participación y ya adelantan que presentarán alegaciones. Además, pide a la Administración central que contemple una «opción cero» en este informe de impacto ambiental, es decir, la posibilidad de que no se realice el proyecto «debido a sus impactos ambientales, sociales y económicos». En este supuesto, la Alianza Mar Blava recuerda que «no habría ninguna obligación de indemnización para la empresa».

La entidad pide que en este trámite se respeten los plazos y el derecho de los implicados a presentar sus objeciones, «sin presiones tanto políticas como económicas para acelerar la toma de decisiones en el Ministerio». También alaba que se abra esta posibilidad como «la única forma aceptable de proceder» porque «así lo dicta la ley» y por los efectos perjudiciales que tendría sobre especies en peligro de extinción y la «gran cantidad» de zonas protegidas involucradas. Ello sin olvidar el fuerte rechazo social que el Ministerio pudo constatar en la consulta pública previa realizada en mayo pasado.

La Alianza señala que los sondeos sísmicos previstos afectan a la fauna y reducen las capturas de pescado, lo que puede tener consecuencias, por ejemplo, para la pardela balear, endémica de las islas.

Mar Blava celebra que la Comisión Europea recordara a España la obligación de someterse a las leyes ambientales comunitarias. También reclama que se sometan todas las fases del sondeo a evaluación ambiental y no solo esta primera. Más aún, cree que se debería evaluar el efecto acumulativo de los pozos autorizados en el Mediterráneo español en una Evaluación ambiental estratégica.

La técnica: A cañonazos sónicos con el fondo marino

La técnica que empleará Cairn Energy para explorar las aguas del Golfo de Valencia consiste en el disparo de unos cañones de aire comprimido contra el fondo a una intensidad entre 10.000 y 100.000 veces superior a la de un motor de avión a reacción, asegura la Alianza Mar Blava. Estos potentes cañones se remolcan mediante barcos durante el periodo de sondeo, de unos cuatro meses en el caso de este proyecto, mientras siguen disparando contra el lecho marino durante las 24 horas del día en una cadencia de 10 segundos, según detalla la organización ecologista Oceana. Los geólogos recogen el rebote sónico de estas ondas, capaces de penetrar hasta siete kilómetros en las rocas, mediante micrófonos que les permiten detallar la composición del lecho.

Oceana afirma, citando el trabajo de biólogos como la americana Angela Pauly, que estas ondas sonoras tienen un impacto severo en todas las especies marinas. Los cetáceos pueden llegar a perder su capacidad auditiva de manera permanente, cambiar sus hábitos de apareamiento y alimentación o morir. ‘Una ballena sorda es una ballena muerta’, titula muy gráficamente Pauly su último libro al respecto. a. f. f. ibiza