„¿Los ibicencos se autoprotegen?

„En Eivissa encontramos diferentes casos. En algunos lugares tenemos fincas tradicionales, normalmente rodeadas de feixes que, si se han seguido cultivando, ya tienen una zona alrededor de la casa que es segura y en caso de incendio, el fuego llega con menor intensidad, o no llega; también evita que se origine un incendio que pueda ir al bosque. Después nos encontramos casas más nuevas, situadas en lugares más inadecuados, en vertientes con mucha pendiente o lugares con mucha vegetación forestal. En estos casos en muchas ocasiones no se ha hecho esta faja de autoprotección lo que hace que esta casa esté en una situación de riesgo muy alto. Y como toda la isla tiene una constante, que son las casas dispersas, y se han ido abandonando los usos tradicionales del suelo, los usos forestales y las explotaciones agrícolas, tenemos una masa forestal muy continua y, además, tenemos casas continuamente en medio.

„¿Por donde se falla más? ¿En situar la casa en el lugar con mejores vistas, aunque no sea el más seguro?

„Hoy tenemos las casas donde las tenemos. Al principio del boom turístico no se miraba esto demasiado. Entiendo que hoy esto se vigila más. Se ha de hacer lo que esté en nuestras manos. Hay cosas que no se pueden controlar, pero muchas otras sí. Como mirar de no tener elementos combustibles en las fachadas, que puedan aumentar el riesgo. En cuanto a los toldos, es muy diferente tener uno ignífugo a otro que no lo es. Si quema fácilmente, es como tener una mecha que lleva el fuego directamente a la casa. Se trata de mirar tanto cómo está el entorno como la casa.

„En resumen, ¿qué medidas se puede tomar para minimizar el riesgo de incendio en las casas?

„En primer lugar, tener una zona de unos 30 metros, aunque si la casa está en pendiente es mejor que sea mayor, pero lo que pide la normativa es eso, que es una obligación legal, 30 metros en los que la vegetación no tenga continuidad, que los árboles no se toquen entre ellos, para que si el fuego comienza, no pueda correr a través de las frondas. Además, hay que mirar matorrales y sotobosque, y hacer una selección. Cuando tenemos el entorno de la casa adecuado, hay que mirar lo otro que le decía: no tener los porxos con cañizo u hoja de palmera, también la vegetación del jardín, por ejemplo. Es muy diferente un seto de ciprés que de adelfa, que le cuesta mucho más encenderse. Es hacer las cosas con un poco de sentido. No pegar la piscina a la casa, para que un helicóptero pueda cargar agua fácilmente, que no esté cubierta de pinos...

Una cosa bien sencilla que puede marcar mucho la diferencia es disponer de puntos de agua que permitan llegar a cualquier punto del entorno de la casa. Porque si tenemos un fuego que empieza cerca, y tienes la manguera cerca, en un instante la apagas. Si has de ir a buscar un cubo, igual en ese tiempo se escapa el fuego. O mirar que un vehículo autobomba pueda acceder fácilmente al interior de la parcela.

También nos encontramos que muchos caminos vecinales, que dan acceso igual a una casa, en los márgenes acumulan mucha vegetación y eso supone que en caso de emergencia es muy difícil el acceso y resulta una vía insegura, te la juegas si quieres salir por allí. Es importante, un día en la familia o en la reunión de vecinos, en caso de las urbanizaciones, plantearse cómo se podría actuar en caso de incendio. Hacer este planteamiento de establecer una salida y encontrarse en tal sitio, planificar un poco para no improvisar cuando haya una emergencia, cuando hay más nervios. O dejar siempre el coche vuelto a la salida, por si hay que salir... Pensar un poco, porque son cosas que no son complicadas.

„Hay una obligación legal de protegerse, incluso a la hora de dar la licencia de obras para una casa, que es algo que luego no se hace cumplir en muchos casos. ¿La administración falla?

„Cada vez hay más gente que se fija, igual las cosas no se han hecho bien y puede que se siga haciendo mal en ocasiones, pero es cierto que con todo lo que ha pasado y lo que podría haber sucedido [en los grandes incendios de los últimos años] empieza a haber una toma de conciencia. Nadie querría que ocurriera una desgracia, y hay muchas cosas que podemos hacer, no hemos de dejarlo todo a la suerte.

„Estos fuegos, ¿han marcado realmente un cambio en la manera en que la gente recibe ese mensaje de concienciación?

„Sí, ha sido un cambio. La gente se ha dado cuenta de que es algo que sucede junto a su casa, mucha gente sí se ha dado cuenta que tenemos un entorno con mucha masa forestal, salpicada de casas. Lo de tener la rama del pino tocando la vivienda, que mucha gente lo encontraba bonito, que lo es, ahora se identifica más como una situación de riesgo. También depende de la procedencia de la persona. La gente de aquí sabe que ha de hacer algo, aunque muchas veces no sabe qué sería lo correcto, y luego la gente que viene de fuera, que procede de países con una menor problemática de incendios, que no son muy conscientes del entorno en el que están y no son muy conscientes de los problemas que podrían tener.

„¿Y la administración cumple su parte?

„Está abriendo un camino, se comienza a legislar, a hacer campañas de divulgación, estoy aquí por eso, llevo un año viendo casas y urbanizaciones, y sí, creo que como el resto de la población, es una cosa que se está tratando, sobre todo en Eivissa. Tenemos un caso único en España y creo que casi en el Mediterráneo en que tenemos una densidad muy alta de casas en un terreno que es muy forestal. Y esto es una cosa que ha causado problemas estos años pero podemos seguirlos sufriendo, porque cuando hay más gente es en verano y esta población no sabe bien qué debería hacer. Sí, creo que la Administración es muy consciente de que en Eivissa tenemos un problema.

„¿No se da en otros lugares?

„Sí, pero en esta intensidad no. A nivel español es único. No conozco otro lugar con esta situación. La isla aún hoy prácticamente no tiene núcleos de población, sino que mucha gente vive en casas dispersas. Sobre todo con mucha densidad. Muy de memoria, le digo que puede haber unas 10.000 viviendas dentro o muy cercanas a los bosques en Ibiza. Se ha hecho un trabajo de ubicación de las zonas de riesgo que me ha servido de punto de partida para tomar las zonas más críticas y ver cómo estaban las urbanizaciones y las casas.

„¿Puerta a puerta?

„Sí, sí.

„¿Y cómo le han recibido?

„Bueno, es bastante difícil de decir. Esperábamos más respuesta, que la gente pidiera más asesoramientos, que hubo, pero menos de lo esperado. Fuimos casa por casa a las zonas más críticas y hubo gente muy interesada, en general hubo respuesta, pero hay que entender que muchos estaban de vacaciones y alguna gente no entendía el problema.

„¿En cuántas asesorías sobre el terreno se ha traducido esta labor de sensibilización?

„Unas 400 casas individuales y entre 50 y 60 urbanizaciones, las mayores, y núcleos urbanos en los que hemos analizado el riesgo.

„¿Las urbanizaciones tienen una problemática diferente?

„Las franjas son del mismo mínimo, dependiendo de la isla hay diferentes medidas, pero normalmente son entre 25 y 30 metros. Pero si están en un lugar muy desfavorable, igual en lugar de 25 habrían de ser 50. Las urbanizaciones lo que tienen es que has de mirar que entre los vecinos consensúen estas actuaciones. Una casa individual aislada, es el propietario el que decide hacer o no la faja, pero si entre vecinos no se ponen de acuerdo, entramos en una problemática. Lo que prevé el Infobal es que se hagan planes de autoprotección en zonas habitadas en masa forestal. Estos planes determinan mirar dónde se hace la faja, poner puntos de agua para abastecer los medios de extinción y aumentar su efectividad, las rutas de evacuación y que los vecinos sepan por dónde salir y también establece roles entre los residentes con distintas funciones. Esto estaría muy bien ponerlo en marcha. Hay dos urbanizaciones de Santa Eulària que ya los tienen, Valverde y Miramar, y espero que se sumen más.

„A veces es por el bolsillo dónde se conciencia más. ¿El seguro puede dejar de responder ante los daños que sufra una casa en la que no había medidas de autoprotección a pesar del riesgo?

„¿Por qué hay que tomar estas medidas? Porque nos jugamos la vida, en primer lugar. En segundo lugar, porque nos jugamos nuestros bienes, y, en tercer lugar, porque hay que cumplir la normativa. En países como Estados Unidos o Australia, con problemas de incendios, si el afectado no cumple la normativa de prevención de incendios vigente, el seguro no le cubre los daños. Esto no falta mucho para que también suceda aquí. Cuando las compañías vean que pagan por algo de una persona que no cumple la ley, llegará un día en que se desentenderán.

„Como no cubren al conductor que ha bebido.

„Exacto.

„Siempre se dice que a la hora de abordar un incendio, la primera prioridad es salvar vidas, después los bienes y, por último, los bosques

„No está calculado cuántas horas se llegan a perder en la lucha contra un fuego por salvar una casa mal protegida, pero siempre ayuda el que alguien tenga ya el trabajo hecho. Es la gran diferencia si la gente ha previsto una faja de autoprotección. La defensa es mucho más difícil cuando no está hecha. Si la tiene, facilita mucho más el movimiento en torno a la vivienda, es más ágil y rápido.

„Siempre se dice que los fuegos se apagan en invierno. ¿Los recortes han influido en la situación?

„Estas actuaciones siempre necesitan presupuesto.