La revuelta contra los taxis ´pirata´ protagonizada por los taxistas del aeropuerto de Ibiza, que abandonaron su actividad y sus vehículos durante dos horas, entre las diez y las doce de la mañana, provocó grandes colas de turistas y viajeros que acababan de llegar a la isla. A pocos metros, los profesionales que participaron en el plante formaban corros e intentaban denunciar o impedir la actividad de los sospechosos de ser ´piratas´, lo que ocasionó algún que otro altercado.

Hubo también gritos e insultos hacia otros taxistas que, haciendo caso omiso a la protesta, se atrevían a recoger a clientes en la parada. Los manifestantes les increparon duramente, acusándoles de «esquiroles», insolidarios y de actuar movidos solo por dinero.

Aproximadamente la mitad de los taxistas de Sant Josep secundaron el paro y se concentraron en el aeropuerto. El servicio de radio- taxi funcionaba y el resto de la flota operó con normalidad en el resto del municipio. Los pocos taxis que recogieron pasajeros en la parada de la terminal aeroportuaria eran también de Sant Josep, mientras que los de otros términos que llegaron con pasajeros durante el paro, marcharon de vacío para apoyar la protesta.

El plante de ayer fue decidido el miércoles entre los taxistas para exteriorizar su indignación por la proliferación de los ´piratas´, a pesar del sensible incremento de licencias estacionales en todos los municipios y de la aplicación del decreto del Govern balear que permite inmovilizar los vehículos a los conductores que ejercen ilegalmente de taxistas. También pretendía ser una protesta contra las administraciones por no saber atajar el intrusismo.

La decisión de parar la tomaron individualmente los taxistas, sin intervención alguna de las asociaciones profesionales, desbordadas por los acontecimientos. Fue secundada al menos por 47 profesionales, tanto propietarios como asalariados, según datos de la Policía Local.

Los taxistas mantienen que los ´piratas´ campan a sus anchas y no hay suficientes policías o guardias civiles para evitarlo. También acusan al Ayuntamiento de Sant Josep de no afrontar la situación, a pesar de haber ingresado este verano una gran cantidad de dinero con las licencias estacionales.

Un Fiat Punto se fuga

En pleno paro, sobre las 11 de la mañana, un grupo de taxistas detectó que un coche particular estaba cargando pasajeros en el aparcamiento público del aeropuerto. Los taxistas se abalanzaron sobre el vehículo sospechoso y, abriéndole las puertas, obligaron a los turistas a salir del coche, al tiempo que reclamaban la actuación de una patrulla de la Policía Local presente en el lugar y de una pareja de la Guardia Civil, que acababa de llegar.

Los agentes condujeron al presunto ´pirata´ hasta la salida del aparcamiento y le pidieron la identificación, momento que aprovechó para darse a la fuga a gran velocidad, ante las quejas de los taxistas, que pretendían una actuación contundente de las fuerzas policiales.

Los pasajeros desalojados del coche, tres jóvenes británicos que llegaban a Ibiza y se dirigían a un hostal de Sant Antoni, tuvieron que mostrar sus pasaportes a los agentes y declararon que habían apalabrado el viaje con el conductor fugado, un viejo conocido de los policías, que aseguraron saber dónde vive; al parecer ya ha sido denunciado en otras ocasiones, y ahora lo será otra vez no solo por presunta actividad ilegal, sino también por desobediencia a la autoridad.

Mientras tanto, la cola de pasajeros seguía aumentando, junto a la fila de taxis parados. No obstante, los taxistas observaron cómo algunos turistas abandonaban la cola y marchaban con sus maletas hacia el exterior del aeropuerto. Fue entonces cuando alguien pasó la voz de que había ´piratas´ cargando pasajeros fuera de las instalaciones aeroportuarias, enfrente del bar La Ponderosa. Hacia ese punto se dirigió un grupo de huelguistas, seguidos por la Guardia Civil, lo que motivó la huida de algún coche que estaba esperando pasajeros.

Poco después llegó al mismo lugar otro grupo de turistas junto a un presunto transportista intruso, todos ellos con intención de subir a un coche. Varios taxistas empezaron entonces a increpar al conductor, lo que hizo que los turistas se dispersaran y regresaran al aeropuerto, cuando fueron advertidos de que el taxi que iban a tomar era ilegal.

Taxistas bastante exaltados y el presunto ´pirata´ intercambiaron insultos y amenazas, aunque al final los huelguistas regresaron a la terminal criticando de nuevo por de la falta de intervención de las autoridades.

Transcurría el tiempo de la protesta y llegó al aeropuerto otra dotación de la Policía Local de Sant Josep, con el jefe, Jaume Ramón, al frente, quien tomó los datos de los taxis parados que habían abandonado el servicio. «Vamos a hacer un informe que pondremos a disposición de la alcaldía, por si quiere tomar alguna medida, por la situación que se ha vivido hoy aquí», señaló el responsable policial.

Vehículo inmovilizado

Otra incidencia la protagonizó una joven británica que conducía un pequeño coche de alquiler. Al ver cómo unos pasajeros con maletas se introducían en el vehículo, unos taxistas dieron la voz de alarma y reclamaron la actuación de la Policía Local. Sin embargo, los pasajeros dijeron que eran amigos de la conductora, que les había ido a recoger, aunque no pudieron dar detalles de su destino, por lo que la joven fue denunciada «por indicios» de ejercer como taxista ilegal y su vehículo fue inmovilizado y retirado por la grúa municipal.

Mientras la Policía Local realizaba el parte correspondiente, los jóvenes pasajeros estuvieron esperando pacientemente a la que para algunos era una amiga que había ido a recogerles y para otros una transportista ´pirata´ sorprendida in fraganti.