«Los planteamientos urbanísticos de los años 70, 80 y 90 han cambiado y también debe evolucionar la idea de que un campo de golf debe ser sinónimo de destrucción y especulación», advirtió ayer Vicent Marí, alcalde de Santa Eulària, en la inauguración de la I Jornada de Golf y Medio Ambiente que se llevó a cabo en el Palacio de Congresos. Un centenar de inscritos y una docena de ponentes participaron ayer en este primer congreso que, según el primer edil, pretende abrir un debate sobre las oportunidades o amenazas que la construcción de campos de golf puede representar desde un punto de vista económico, ambiental y social.

«Con los años la conciencia mediambiental de las personas ha evolucionado y también la percepción de la necesidad de preservar el entorno natural», señaló Marí antes de explicar que Ibiza «no necesita más oferta hotelera, pero sí buscar formas que permitan mejorarla sin dañar el entorno». En su opinión, en el mercado turístico hay cada vez más competencia, especialmente en el de sol y playa. «El incremento del todo incluido y los precios cada vez más ajustados hacen que la rentabilidad de hoteles y oferta complementaria se vea perjudicada año tras año. Por eso conviene analizar estrategias de futuro, para que el mercado turístico no acabe agonizando por falta de inversión», indicó. Marí destacó que en los últimos años han abierto varios hoteles rurales y otros de cinco estrellas, pero la mayoría han tenido que cerrar este invierno por falta de vuelos. Marí animó a escuchar las voces de los expertos que participaron en las ponencias de ayer: David Gómez, director de Green Section de la real Federación Española de Golf; José Andrés Ramos, director técnico de RD Golf Consulting; Juan José Cerrón, director del proyecto Biogolf; Ramón Dávila, presidente de la Asociación de Empresas de Turismo Deportivo y de Salud de Andalucía; Patricia Mandado, de la Agencia Balear de Turismo y los integrantes de una mesa redonda sobre medio ambiente, turismo y golf. Los congresistas visitarán hoy el campo de golf de Roca Llisa y jugarán un pequeño torneo.

Un equipo de la CAEB se encargará de recoger las ponencias para redactar las conclusiones del congreso y realizar un estudio complementario al que emprendieron hace ya una década.