Todos los hoteles de cinco estrellas que existen en Ibiza –seis en total con unas 1.100 plazas– están cerrados al público en la actualidad y no volverán a abrir sus puertas en un periodo que oscila entre un mes y casi medio año, según los casos. De este modo, se incumple la condición impuesta en su día a los nuevos hoteles de cinco estrellas para que abrieran durante once meses al año. El Consell de Ibiza es consciente de esta situación y se muestra comprensivo con los hoteleros, al objeto de evitar que se agraven sus problemas económicos.

La ley 2/99 del Govern balear establece que solo podrán construirse nuevos hoteles en Balears si se elimina un número de plazas equivalente en otro complejo hotelero. Solo se exceptuaban los hoteles de cinco estrellas, a los que se exigía: «Deberán estar abiertos, como mínimo, once meses al año y disponer de un 70 por ciento de trabajadores fijos», según reza su articulado.

Sin embargo, los hoteles de cinco estrellas implantados en Ibiza a partir de la entrada en vigor de esa ley y, por tanto, afectados por la misma –entre ellos el Ibiza Gran Hotel, el Aguas de Ibiza o El Mirador– ya estaban ayer cerrados y en la mayoría de los casos solo atendía un contestador automático que anunciaba que el establecimiento «está de vacaciones». En el caso del Ibiza Gran Hotel, en el paseo marítimo de Vila, el contestador asegura que permanecerá cerrado «hasta el 1 de abril».

El conseller de Promoción Empresarial del Consell de Ibiza, Joan Serra Mayans, explicó a este periódico que el cierre de estos establecimientos fue anunciado previamente a su conselleria por sus directores, que solicitaron permiso al Consell para ello. Aunque oficialmente no se les ha otorgado autorización alguna, el conseller dijo que «no se les puede forzar a abrir si hay un acuerdo entre la empresa y los trabajadores».

«Sí es cierto que si aplicáramos solo las anteriores normativas, deberían estar abiertos, pero con las nuevas normas europeas no lo vemos tan claro», añadió, en alusión a la directiva Bolkenstein, «que no afecta solo al comercio» y la directiva Omnibus, que al parecer permitirían cerrar en invierno. «Estamos en proceso de adaptación de la normativa autonómica a la europea», señaló Serra Mayans, que definió la situación como «un limbo jurídico muy grande».

Por su parte, la consellera insular de Turismo, Pepa Marí, afirmó que «los hoteles de cinco estrellas son los que tienen más costes fijos» y por esta razón y por otras «han cerrado todos». En todo caso, la consellera señaló que, en compensación, «en Ibiza hay 80 establecimientos de alojamiento, entre hoteles, hostales y pensiones, abiertos durante el invierno».

Pepa Marí confió en que cuando las iniciativas de escapadas de fin de semana en invierno a Ibiza empiecen a traer turistas y exista suficiente demanda, entonces podrán abrir los hoteles de cinco estrellas. «Pero tener abierto solo por tener abierto no es lógico», afirmó.

En cualquier caso, recalcó que «hay suficiente oferta de calidad abierta en invierno; capacidad la hay», en alusión a los establecimientos de inferior categoría que sí abren durante este periodo.

La Ley General Turística de Balears, aprobada durante el último periodo de mandato de Jaume Matas en el Govern, fue saludada por los partidos y los empresarios como una forma de obligar a ofrecer alojamientos de calidad durante la temporada baja, con el fin de atraer a un turismo de alto poder adquisitivo.

Los hoteleros ibicencos, sin embargo, han comprobado en los últimos años cómo caía la rentabilidad de este tipo de hoteles de alta categoría, que han venido registrando bajos niveles de ocupación, como norma general. En Ibiza hay seis hoteles de cinco estrellas: Fenicia, Ibiza Gran Hotel, Aguas de Ibiza, Hacienda, El Mirador y Therme Palladium, de los que tres están en Santa Eulària, uno en Vila y otro en Sant Miquel.