Que Antonio Colinas reciba el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, la máxima distinción que puede recibir un poeta en lengua española, es una gran noticia para 'Eivissa' y para la cultura de 'Eivissa'. Más de dos décadas pasó el creador en la isla y aquí, junto a María José, fundó una familia y participó activamente en un momento de agitación cultural extraordinario. Es aquí, también, donde el poeta ha escrito algunos de sus poemas más celebrados y es aquí, de nuevo, el lugar que elige cada año para su retiro veraniego, tiempo que ha aprovechado para escarbar en la memoria y en los símbolos de la isla (y del Mediterráneo), tal y como puede apreciarse en su libro más reciente: ´Memorias del estanque´. Por eso estamos de enhorabuena, porque Antonio Colinas es, sin lugar a dudas, la prueba de todo lo que la isla puede generar en creadores contemporáneos de primera división. Pocos libros hay tan ibicencos como ´Noche más allá de la noche´ (1981), un regalo infinito que el leonés entregó hace 35 años a la isla y a los amantes de la buena poesía del mundo que, a mi juicio, no ha sido acogido por la cultura pitiusa como cabría esperar. Pasará mucho tiempo hasta que podamos presumir de un premio Reina Sofía de Poesía tan «nuestro». Podremos hacerlo, estoy seguro (desde el punto de vista estadístico, resulta insólito afirmar algo así), y cuando suceda, me pregunto si para entonces los versos de Vicente Valero estarán entre las lecturas habituales de las alumnas y los alumnos pitiusos; si, junto al incombustible ´Terra natal´, del maestro Villangómez, la gente recitará de memoria algo de ´Vigilia en Cabo Sur´ o de ´Días del bosque´. No lo sé.

En cualquier caso este reconocimiento a la obra de Antonio Colinas es una oportunidad excelente (muy difícil de desaprovechar) para que la isla honre, a su vez, su figura y todo lo que ha hecho como embajador universal de nuestro paisaje, nuestras costumbres y nuestros símbolos. A lo largo de su carrera literaria, que ya suma más de cuatro décadas, Colinas ha vinculado la palabra Ibiza a la palabra Cultura en todos los espacios en los que ha recitado, conversado y escrito.

El prestigioso jurado del premio Reina Sofía ha destacado su labor poética, reconozcamos ahora, nosotros, su labor como promotor de una Ibiza que no significaba fiesta, sino que era compatible con la palabra Eivissa, de una Ibiza de intercambio cultural sin fronteras, de convivencia, una Ibiza que buscaba bajo las raíces de los olivos para hallar el sepulcro y una isla cosmopolita que, como dice uno de sus versos de ´Noche más allá de la noche´ habita, aún hoy, en ´un presente infinito´. Gracias, Antonio, de parte de los que amamos la poesía y esta tierra, y enhorabuena.

(*) Ben Clark es el editor del libro ´Bajo las raíces (40 años de Sepulcro en Tarquinia)´, un homenaje a una de las obras clave de Antonio Colinas