­El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sant Josep aseguró ayer que la llegada de agua desalada procedente de la interconexión de las desaladoras ibicencas se producirá tan pronto como terminen las obras pendientes, lo que sucederá «en dos o tres semanas», señaló Paquita Ribas. Sólo falta entroncar unas conexiones y finalizar actuaciones menores en el depósito de ses Coves Fosques.

«Ya casi vemos el final», afirmó Ribas, quien recordó que tanto Cala de Bou como Cala Tarida ya están recibiendo agua desalada.

Actualmente, la zona de Sant Jordi se abastece de la desaladora móvil instalada en ses Eres, que se avería con frecuencia y no sirve para atender la demanda existente.

El alcalde, Josep Marí Ribas, lamentó que durante los cuatro años del anterior gobierno municipal sus responsables no aprovecharan para adelantar los trabajos para el suministro de agua desde la interconexión. Marí Ribas aseguró que las posibles expropiaciones no eran excusa, puesto que apenas había que realizar ninguna.

La sala de control del depósito de ses Coves Fosques, por ejemplo, podría haberse realizado durante ese periodo, «y, en cambio, no hicieron nada».

El alcalde de Sant Josep recordó que la oposición criticó en el pleno de los presupuestos la baja cuantía de la partida destinada a inversiones. «Pero ya dijimos que, como se preveía que habría superávit, dispondríamos de un remanente de tesorería», manifestó.

El equipo de gobierno ha reiterado en los últimos meses su voluntad de centrar las inversiones del Ayuntamiento en las obras de tipo hídrico, especialmente para modernizar las anticuadas redes de distribución de agua en el municipio.