El Ayuntamiento de Vila retirará «de forma inmediata» una valla publicitaria instalada en un campo de fútbol municipal y también requerirá a la empresa propietaria a la retirada de una decena de vallas ubicadas «en suelo rústico y que son absoluta e indiscutiblemente ilegales». Si esta no asume su obligación, el teniente de alcalde, Alfonso Molina, explicó que será el Ayuntamiento quien acometa los trabajos de forma subsidiaria para reclamar luego su coste.

Tampoco se renuncia a lograr la retirada del centenar de vallas publicitarias sin licencia diseminadas por el municipio. Pero, después de que el Ayuntamiento se viese forzado a caducar el centenar de expedientes de infracción abiertos desde hace varios mandatos a estas instalaciones irregulares, por la sentencia del Supremo que anuló el ordenamiento de Vila y obligó a recuperar el Plan General de 1978, Molina se plantea un cambio de estrategia.

El teniente de alcalde admitió que tantos expedientes de golpe no son un número «práctico» para un Consistorio con medios humanos limitados. Por ello se volverán a instruir como infracciones urbanísticas pero se incoarán «por fases», tomando, por ejemplo, una decena de vallas de una vez. Cuando estos se concluyan, se expedientarán «a otras diez». Molina asume que la empresa propietaria de las vallas, Ibiza Publicidad, «tratará de protegerlas» y litigará «con todos los medios legales» contra su supresión.

En el nuevo plan general que tramita Vila, que está en fase de alegaciones tras su aprobación inicial, sólo se permitirán las vallas publicitarias en suelo industrial con un límite de un soporte publicitario por parcela y con una separación mínima entre cada uno. Molina calcula que, con estas limitaciones, y aunque al Ayuntamiento le consta «que se van a presentar alegaciones», se podrían autorizar «menos de 20» vallas en todo el municipio. El teniente de alcalde recordó que este es «un criterio político» del equipo de gobierno, aunque se aprobó con unanimidad de la Corporación.