La consellera ibicenca de Asuntos Sociales, Lydia Jurado, el interventor del Consell, el edil de Bienestar Social de Vila, Joan Ribas, y un técnico del Ayuntamiento de ese Ayuntamiento se reunieron ayer para analizar cómo debe afrontar la institución insular la transferencia económica a la mancomunidad de municipios que se encargará de la gestión del centro de baja exigencia de es Gorg, cuya ejecución se alarga desde hace años. Ya se ha decidido en qué solar se ubicará e incluso el Consell reservó en sus presupuestos una partida de 450.000 euros para ese equipamiento. Pero según fuentes de la institución aún falta un informe de sostenibilidad económica y que los cinco ayuntamientos de la isla se organicen entre ellos para determinar su implicación en el proyecto.