Aunque la llegada de los fangos de depuradora de Ibiza ha provocado ciertos recelos en Valencia, la conselleria de Medio Ambiente del Consell ha destacado la «excelente calidad» de este material, puesto que carece de residuos procedentes de actividades industriales -inexistentes en la isla- o metales pesados. Su uso en agricultura es por ello, según el Consell, muy adecuado, como lo prueba el hecho de que continuarán empleándose para este fin una parte de los lodos que producen las depuradoras ibicencas. El traslado de los lodos a Valencia ya ha comenzado y no se interrumpirá en todo el verano. La imposibilidad de utilizar el vertedero insular para depositar de forma permanente este material provocó la decisión de enviarlo a Valencia. El Govern balear pagará los gastos del transporte, que ascenderán a 800.000 euros anuales. El Consell confía en que los traslados cesen tan pronto como se construyan las instalaciones necesarias en la isla.