«El agua desalada es cara, pero no tanto como se piensa, además es de mejor calidad que el agua embotellada», aseguró ayer el jefe de planta de la desaladora de Ibiza, Lorenzo Romero.

Romero puso como ejemplo que «un café cortado en un bar vale lo mismo que mil litros de agua desalada» durante la Jornada sobre desalación y abastecimiento de agua que organizó ayer el Consell y que contó con la presencia de medio centenar de personas.

Además, tanto Romero como otros responsables de Aqualia destacaron que el consumo energético en la desalación del agua en Ibiza se encontraba en un ratio por debajo de 4 kilovatios el metro cúbico, «una cifra muy buena» y que en los últimos 20 años se había bajado del 6 al 4.

También incidieron en que es «imprescindible» tener un servicio de calidad y que, como dijo el director de la delegación de Balears de Aqualia, Eduardo del Castillo, como el agua que producen, su gestión, «también es transparente».