A Alicia de San José le preocupa mucho la banalización de la psicología y de los procesos psíquicos, algo que vemos constantemente en nuestro entorno: «Son esos mensajes que nos bombardean sobre que hay que pensar ´en positivo´. No es cierto que si simplemente pensamos en que podemos con todo vamos a poder con todo. El predominio de una concepción del funcionamiento psíquico reducido a pensamientos y procesos conscientes está suponiendo una gran presión para las personas, que cada vez más acaban exigiéndose y esperando ser capaces ´pensando´ de abordar lo que les ocurre y de solucionar sus síntomas y sus problemas emocionales y psicológicos». «Hay una enorme presión social y en la población en general de tener que manejarnos con todo sin ayuda, solitos, pase lo que nos pase. Eso es exagerado e irreal. Las personas sufren no porque no hayan pensado en lo que les ocurre, con frecuencia están extenuadas de hacerlo», lamenta. Muchos de sus pacientes llegan a la consulta frustrados porque no han podido poner en práctica lo que han leído en libros de autoayuda. «Y si bien el pensamiento es fundamental evidentemente para nuestra vida, suele tener muchas limitaciones para abordar lo que realmente nos hace sufrir y los síntomas, ya que en ello están implicados procesos inconscientes a los que no podemos acceder de esta manera, es decir, pensando. Se produce un efecto nefasto en los individuos, que se cuestionan y martirizan porque creen que lo están haciendo todo mal. Es una presión tremenda», analiza De San José.