Durante el año 2015 fueron recogidas en la isla de Ibiza 322 serpientes, de las que 121 fueron capturadas en las 202 trampas de cajón (hechas con madera) construidas por la Escola d´Art, según se recoge en la memoria de 2015 del ´Proyecto piloto de control de ofidios en Ibiza´, en el que participan la Asociación Herpetológica Española, tres técnicos del Consell, Buscans y el Consorcio de Recuperación de Especies. En ese estudio se subraya que la utilización de esas trampas, que se emplearon por primera vez en 2015, fue el método más eficaz de todos los usados.

De los 121 ofidios que cayeron en las 182 trampas que fueron cebadas con ratón vivo -confiemos en que los animalistas no pongan ahora el grito en el cielo por el sacrificio de los roedores en aras de la eliminación de la reptante especie invasora-, la mayoría, 117, eran culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis), mientras que solo cuatro eran de escalera (Rhinechis scalaris). Ninguna era bastarda (Malpolon monspessulanus).

Además, 106 serpientes fueron recogidas por la unidad de control del Consell (fueron tanto capturas manuales como derivadas de avisos de la población o reptiles muertos «no atropellados»). En este caso, las de herradura (101) fueron de nuevo mayoría, mientras que de escalera recolectaron cinco. En esa estadística se incluyen 40 que fueron atropelladas (36 de herradura y cuatro de escalera) y 55 recogidas por los agentes de Medio Ambiente (42 de herradura, siete de escalera y seis de especies indeterminadas).

92% de herradura

Así, de las 322 serpientes encontradas durante 2015, el 92% (296) eran de herradura -lo que da una idea de cómo se ha asentado en la isla esta especie invasora que tiene especial predilección por devorar lagartijas ibicencas- mientras 20 eran de escalera. La expansión de la Hemorrhois hippocrepis también queda patente en otro dato: de las 376 citas de «capturas, observaciones de ejemplares, mudas y restos» en 2015, la inmensa mayoría (306) eran de esa especie y solo 21 eran de Rhinechis scalaris. No consiguieron identificar la especie en 49 casos.

Los cinco núcleos más activos

En la memoria se explica que los picos de actividad de las serpientes se concentran en los meses más cálidos. En 2015 fueron de abril a julio, aunque hubo otros «más bajos» en el otoño. Eso sí, esa estadística no refleja que desde el 24 de julio y hasta el 21 de septiembre no se cebaron las trampas con roedores. Las cajas de madera cebadas fueron distribuidas en 21 núcleos, de los que cinco (ses Cases Velles, Can Guasch, el restaurante Bambhuda, sa Rota y ses Escoles) acumularon el 60% de las capturas de ofidios.

«Expansión lenta y progresiva». Los expertos que han elaborado la memoria (Enrique Ayllón y Pedro Luis Hernández) advierten de que estos datos «confirman la expansión lenta y progresiva» de la culebra de herradura en la isla de Ibiza: «Existe una distribución densa en la parte oriental de la isla. Mantiene unas poblaciones densas y estables en el municipio de Santa Eulària des Riu, apareciendo de forma más dispersa en el sur de Sant Joan de Labritja», se indica en el estudio. Donde más hay es «en el polígono formado entre Cala de Sant Vicent, Sant Llorenç, Sant Miquel, Santa Gertrudis, Ca na Negreta y Santa Eulària». Advierten de que aunque en el norte de la isla haya menos citas de avistamientos, estos tienen tal «consistencia que hace pensar que la especie está presente en todo el municipio de Sant Joan, aunque en densidades más bajas que en el núcleo principal».

Escalera: concentrada en Sant Llorenç y Sant Rafel. En cuanto a la culebra de escalera, cuyos avistamientos son más escasos, está localizada en los entornos de Sant Llorenç y Sant Rafel: «Por la cantidad de citas aportadas año a año no parece que sus poblaciones aumenten en efectivos y extensión a la misma velocidad que la culebra de herradura, aunque la no asignación a ninguna especie de las observaciones realizadas en Sant Josep nos hace tomar estos comentarios con precaución», señalan en la memoria. En la Cala de Sant Vicent, donde sí hallaron de herradura, la escalera no ha vuelto a ser citada tras el avistamiento del año 2014.

Bastarda: cinco años sin reptar. También recalcan en la memoria que durante 2015 no se vio ninguna bastarda (Malpolon monspessulanus) y que no ha sido citada desde junio de 2010: «No parece probable su existencia actual en la isla, pero no se descarta la posible entrada de ejemplares por las vías de introducción ya conocidas», advierten.