­La puesta en marcha del plan de choque para reducir las listas de espera, la primera medida anunciada por el nuevo equipo del Servei Balear de Salut, depende del presupuesto. «Estamos mirando la posibilidad de comenzar este mismo año, antes de diciembre, pero si el presupuesto es insuficiente, tendremos que esperar al mes de enero», reconoce Juli Fuster, director del Ib-Salut.

Fuster explica que es necesario contar con presupuesto para pagar las horas extras a los profesionales de Can Misses, ya que tendrían que realizar actividad extraordinaria durante las tardes. Con este proyecto se recuperarían las llamadas «peonadas», suprimidas por el anterior equipo de gobierno a pesar de las críticas de los trabajadores del hospital. «No me gusta usar la palabra ´peonadas´, pero la idea es esa», apunta Fuster.

El director del Ib-Salut destaca que «nada urgente espera» y detalla que no sólo se incrementará la actividad sino que se buscarán medidas para aumentar la eficiencia y la eficacia de los recursos como, por ejemplo, reducir el tiempo que pasa entre una intervención y la siguiente.

«También aumentaremos la relación entre atención especializada y primaria para articular mecanismos que puedan redundar en una reducción de la lista de espera», comenta el director del Ib-Salut.

Juli Fuster asegura que antes de que acabe la legislatura habrá una nueva consolidación de la plantilla del Área de Salud de Ibiza y Formentera. A pesar de esto, afirma que la plantilla del hospital Can Misses «está cubierta». «Sé que tienen alguna necesidad en los servicios de Anestesia y Radiología, pero la plantilla en sí está cubierta», añade el director del Ib-Salut, que recalca que otro de los objetivos que se ha marcado para estos cuatro años es «devolver la motivación» a los profesionales. «Se han sentido abandonados y que recuperen la ilusión es muy importante», concluye.