El Ayuntamiento de Sant Antoni envió ayer una nota de prensa en la que aseguró que están intensificando los controles sobre los locales de ocio para «frenar el ruido». Lo hacen en respuesta a diferentes denuncias y quejas ciudadanas, lo que se ha traducido en la realización de cuatro sonometrías durante la última semana, tres de ellas en locales de ocio de gran aforo situados dentro del municipio.

Dentro de esta actuación, la Policía Local denunció a dos negocios -uno de ellos, una gran discoteca- porque los responsables se negaron a parar la música a fin de completar las mediciones.

Como consecuencia, se tramitó la denuncia «por obstaculizar la labor inspectora o de control de las Administraciones Públicas», de acuerdo con la ley 1/2007 contra la contaminación acústica de Balears. Las sanciones por este tipo de faltas graves pueden ascender a un máximo de 12.000 euros, según el Consistorio.

En las otras dos inspecciones realizadas, se está trabajando «para determinar si existe contaminación acústica, aunque los datos previos parecen indicar que así es», remarcaron desde el Ayuntamiento de Sant Antoni, uno de los que más locales de ocio tiene, junto con el de Sant Josep.

El Consistorio, que cambió de color político tras las elecciones de mayo y ahora está gobernado por PSOE, PI y Reinicia, también informó de que se ha avanzado en otros expedientes que ya se iniciaron antes del verano relativos también a actuaciones por exceso de ruido para cerrarlos cuanto antes y que las consecuencias que conlleven «puedan hacerse efectivas» dentro de esta temporada.

El Consistorio anunció ayer que ofrecerá un balance final de todas estas actuaciones, que se hacen a demanda de los ciudadanos, cuando termine la temporada turística.