La primera sesión del pleno del Consell de Formentera sobre el estado de la isla evidenció un cambio de actitud por parte del PSOE, que fue muy crítico, al igual que el PP, con lo que consideran una actitud de «falta de diálogo y de consenso» en los grandes temas por parte del equipo de gobierno de GxF. Estas referencias se repitieron por parte de ambos partidos de la oposición y molestaron al presidente del Consell, Jaume Ferrer, especialmente «por el tono» que utilizó la portavoz del PSOE a la hora de criticar la gestión del equipo de gobierno.

Jaume Ferrer manifestó: «El tono del PSOE no es el del partido que conozco tras haber gobernado juntos ocho años y haber estado tres en la oposición». Tras reprocharles que en su intervención no hicieran referencia a los aspectos generales de modelo de isla, les espetó: «Ustedes no tienen proyecto en esta isla desde hace 25 años, desde 1999, cuando desaparecieron bajo las siglas de la COP».

No obstante, reconoció el esfuerzo de la nueva ejecutiva socialista y atribuyó el cambio de actitud de este partido «a que quieran revertir la situación, pero creo que el tono que han utilizado no se corresponde con las actuaciones que han mantenido en todo este tiempo». Recordó que el PSOE había dado apoyo a diez de los once presupuestos aprobados por el Consell, desde 2007. Entonces, se preguntó Ferrer, «¿a qué viene este discurso apocalíptico respecto a este equipo de gobierno?», a la vez que recordaba su apoyo a la normativa urbanística de 2010.

El presidente entendió que ese discurso crítico del PSOE con la gestión de su gobierno «solo se puede entender desde un ánimo electoralista, porque queda un año para las elecciones o porque quieran arañar un puñado de votos a GxF».

Críticas socialistas

Lo que molestó a Jaume Ferrer fue el arranque de la intervención de la consellera socialista Ana Juan, que, tras repasar la política nacional, endureció el discurso hacia la acción de gobierno de sus exsocios: «Vemos una falta de previsión en la buena gestión de la institución y en el cumplimiento de acuerdos tomados aquí [en el pleno] y en muchos aspectos que dictamina la normativa».

Como ejemplo insistió en que «aún no se emiten los plenos por Internet» y, del mismo modo, «hemos podido comprobar cómo se hacía necesaria una revisión del ROC», el Reglamento Orgánico del Consell. Admitió que su modificación es compleja pero necesaria, «por lo cual, se pierde la oportunidad de abanderar políticas que buscan el consenso, ya que ni siquiera se ha creado un grupo de trabajo con los diferentes partidos políticos para valorar las modificaciones».

Ana Juan denunció también «un trato desigual hacia los consellers» de la oposición, recordando que comparten el mismo despacho de trabajo. El presidente avanzó que en las próximas semanas tendrán unas nuevas dependencias individuales. Juan recordó los 14 puntos de consenso de principio de legislatura para afirmar: «No se consulta nada al resto de partidos políticos, esto es política de prepotencia, que evidencia una falta de amplitud de miras».

Ana Juan insistió en sus críticas y acusó a GxF de «utilizar su mayoría absoluta para practicar una política de hechos consumados. Es una forma de gobernar a la que tienen derecho, pero no ha sido la mejor forma de buscar consenso en temas conflictivos».

A estas alturas del debate, los consellers de GxF no ocultaban su sorpresa ante el primer discurso crítico que escuchaban por parte de los socialistas a su gestión. «Hubiéramos preferido una verdadera colaboración en proyectos de isla -prosiguió la portavoz socialista-, en los que saben de nuestra posición y ofrecimiento desde el principio para poner como prioridad el interés público, por encima del interés partidista o el rédito electoral». El PSOE dejó claro que tienen «una visión propia de la gestión y en este punto es en el que aparecen las discrepancias». «Durante esta legislatura han contado con un partido socialista leal con la institución, que ha realizado una oposición respetuosa y propositiva», concluyó la portavoz del grupo socialista, Ana Juan.