Los vecinos de Formentera se volcaron ayer en la celebración de la fiesta patronal del Pilar de la Mola, participando en los actos programados por la comisión de fiestas de la localidad. Este colectivo ha logrado conjugar la tradición con las tendencias más actuales para conseguir que la Mola se convierta, en estas fechas, en el punto de encuentro de todos los vecinos y visitantes.

Con ese espíritu, la comisión de fiestas ha logrado implicar a unas 200 personas en la organización que, un año más, han demostrado que su compromiso social y vecinal es capaz de animar cualquier tipo de festejo. El presidente de la comisión de fiestas, Vicent Roselló, se mostró muy satisfecho por el apoyo y la complicidad que año tras año recibe de todos «los vecinos sin los que no podríamos montar nada», manifestó.

Los actos oficiales de la patrona del Pilar comenzaron ayer con la misa solemne que fue oficiada por el vicario de Ibiza y Formentera, y cantada por el taller de Veus (a capela) de Formentera. El templo religioso estaba lleno con un público que no cabía y que participó en el oficio religioso desde el exterior.

Tras la eucaristía, comenzó la procesión de la imagen de la Virgen del Carmen, llevada a hombros por los miembros de la Guardia Civil. Tras la romería siguió la exhibición de ball pagès en la plaza con la participación de los grupos locales.

Por la tarde, el Pilar continuó con el programa de su día grande con un espectáculo dedicado al público familiar que disfrutó con la actuación de varios magos que supieron encandilar a los asistentes. Después estaba previsto un concierto de música clásica a cargo de jovenes interpretes y más tarde una obra de teatro de la Associació de Pageses Emprenyades.

El presidente de la comisión recordó que el próximo sábado sigue la diversión con la celebración del Oktoberfest, que cerrará la temporada de otoño con la presencia de visitantes germanos. Con la fiesta del Pilar los vecinos de la Mola cierran su programación de fiestas populares del año.