El capitán del yate ´CD Two´, Peter Leeming, que fondeó sobre posidonia en la noche del pasado 4 de julio a lo largo de Punta Pedrera, en aguas del Parque Natural en Formentera, permaneciendo en esta posición hasta las 11.30 horas de la mañana, pidió ayer públicamente «disculpas por cualquier infracción cometida a las regulaciones locales». Sin embargo, justificó ese fondeo por «el bienestar de un pasajero» que debió desembarcar, lo que consideró, dada la circunstancia que no precisa, una prioridad.

En la carta remitida a este periódico el capitán afirma que «por el bienestar del pasajero afectado y el consiguiente traslado a tierra» el yate zarpó el día 3 de julio a las 22.30 horas de la ensenada de Migjorn y fondeó en aguas del Parque Natural a las 24 horas, «momento en el que se efectuó el traslado a tierra» del pasajero. Según los datos que facilitó, la embarcación quedó «a 800 metros al noreste de Punta Pedrera y a unos 500 metros al norte de la zona de fondeo ecológico», situada en es Caló de s´Oli.

El relato de Peter Leeming continúa detallando que el barco esperó hasta la mañana siguiente para embarcar de nuevo al pasajero afectado la noche anterior. Asegura que «al mismo tiempo informó al servicio de fondeo y a la Guardia Civil de la situación, los cuales la entendieron perfectamente», afirma. Aunque admite que el ´CD Two´ tenía que «zarpar lo antes posible de la zona restringida de fondeo», insiste en que estuvo «en permanente contacto con ambas autoridades hasta el momento de la salida».

El capitán reconoce que es «un frecuente visitante» de estas aguas, por lo que asegura que es «totalmente consciente de las restricciones al fondeo en áreas de posidonia». Finalmente, vuelve a justificar su decisión de fondear en ese punto «por el bienestar del mencionado pasajero que era primordial, por lo que la decisión fue la de desembarcar lo antes posible». Leeming añade: «Era de noche y tarde y no era posible ver si el yate estaba sobre una zona de arena o alga».

La presencia de este yate con su ancla sobre una de las praderas de posidonia mejor conservadas del Parque Natural, aunque en regresión según los datos científicos, fue motivo de una fuerte critica por parte del delegado del Govern en Formentera, José Manuel Alcaraz, que si bien consideró que era «un caso aislado», deseó que recayera «todo el peso de la ley que permita la normativa» para evitar este tipo de agresiones a la posidonia.