El notario de Formentera, Javier González Granado, se ha lanzado a la literatura y acaba de auto editar, con Cassandra 21, un libro de relatos cortos titulado: ´6 (de 12) formas de morir en Formentera´. La segunda parte, que ya tiene empezada, verá la luz el año que viene.

El libro ya está a la venta en las librerías locales. Se trata de un ejercicio libre de ficción en el que el lector formenterés podrá identificar personajes y lugares comunes y el visitante se verá inmerso en una serie de relatos, cuentos para adultos, que se aproximan a la novela negra, al suspense y que mantienen la tensión narrativa propia del género a lo largo del texto hasta descubrir el desenlace.

Javier González Granado fue conocido en toda España cuando decidió, en enero de 2013, añadir a las escrituras de créditos hipotecarios que pasaban por su notaría una cláusula que informaba que el tipo de interés aplicado por el banco era «abusivo». Entonces todos se volvieron en su contra, bancos y el propio Colegio de Notarios de Balears que finalmente tuvo que rectificar y darle la razón.

Además es un vecino activo en las redes sociales y en un blog en Internet de notarios profesionales denominado ´Notaría abierta´. También colabora con la emisora pública local, Radio Illa y es un gran aficionado a las carreras de larga distancia, de resistencia, que realiza calzado con sandalias. «Escribo todos los días y mucho, solo se trataba de cambiar de género» comenta.

El libro no esconde ninguna pretensión intelectual y además divierte y mucho. En cuanto al estilo es ameno y directo y resulta muy fácil de leer, atrapa desde el primer párrafo.

Aunque todos los relatos acaben con una muerte, el autor siempre mantiene la duda: «No sé aún muy bien si son relatos de vida o de muerte, al final lo que se refleja son formas de vivir», comenta.

Eso sí, existe un personaje que sirve de hilo conductor en todos los relatos. Es un periodista llamado Josep Ruiz Convalia: «Esto es un nexo de unión de todas las historias quizá haya decidido que fuera periodista porque a lo mejor yo quería ser periodista».

También hay referencias a distintos tipos de drogas lo que justifica como «una exigencia del guión». «Es como el destape en la transición», dice entre risas.

Pero para rizar el rizo incluye a personajes imaginarios pero que los residentes podrán identificar claramente y a los que rinde homenaje al haber fallecido.

El autor reconoce que para este ejercicio de escritura de ficción «ha sido un divertimento, para ver si soy capaz de escribir ficción y que le guste a la gente». Todos los relatos están ambientados en Formentera, uno de ellos es de ciencia-ficción y en todos trata temas tan actuales como la inteligencia artificial o las nuevas formas de relación humana que implican las nuevas tecnologías incluido la moneda virtual conocida como Bitcoin.

«Para mí esto ha sido una cura contra el estrés, una forma de desconectar cada día del trabajo y que también me ha quitado muchas horas de sueño», explica. Al ser preguntado sobre el relato mejor parido comenta: «Al que más cariño le tengo es al penúltimo ´Diciembre: eternamente´». Una historia que denuncia directamente la masificación de las islas.

El notario es preciso y meticuloso por eso este proyecto literario ha tardado tres años en ver la luz. Los libros se pueden adquirir en todas las librerías de Formentera y a través de la editorial Cassandra vía on line, a partir de la próxima semana.