Nueva vida a las cajas de cartón

Pasar una tarde haciendo manualidades con los hijos es un plan perfecto en cualquier momento del año pero, en Navidad, cuando muchas familias disponen de más tiempo para estar en casa, puede ser un momento doblemente especial. Con unos pocos materiales y algo de imaginación, los pequeños estarán entretenidos y disfrutarán de esos ratitos de estar junto a sus padres.

Las cajas de cartón son un aliado esencial para todo tipo de manualidades, ya sean pequeños ornamentos navideños, improvisadas casitas de muñecas o auténticas cabañas construidas dentro de casa. La elección de la tarea a realizar debe hacerse dependiendo de la edad de los niños, de la paciencia de los padres y del tiempo disponible.

Crear decoración navideña es una excusa perfecta para llamar la atención de los niños e inculcarles el espíritu navideño. Una manualidad muy sencilla es cortar el cartón en forma de árbol (del tamaño que cada uno quiera) y dejar que los niños lo pinten y lo decoren a su gusto. Realmente, la forma del cartón puede ser cualquier otra: una galleta, un reno, un Papá Noel, una estrella... Lo que importa es que sea el pequeño el que despierte su imaginación para decorarlo a su gusto.

Otro clásico es coger un plato desechable (a ser posible de cartón) y convertirlo en un auténtico Papá Noel. Solamente se necesitan pinturas roja y negra y algodón para el pelo y la barba.

La tradición de mandar postales navideñas por correo ordinario prácticamente se ha perdido, pero cuando los abuelos, tíos u otros familiares están fuera, puede ser un bonito detalle enviar una felicitación navideña creada por el niño. Con cartulinas de colores se pueden hacer desde un sencillo dibujo hasta formas de renos, Reyes Magos, muñecos de nieve, regalos u otros objetos que recuerden a la Navidad.

Si las postales no van a viajar lejos, también se les pueden crear relieves con, por ejemplo, los rollos de cartón del papel higiénico, otro de los aliados de los aficionados a las manualidades. Estos rollos también pueden pintarse y decorarse para convertirse en otros ornamentos de la casa en Navidad.

Aquellos que no se vean con ánimos para hacer manualidades pueden sencillamente dejar las cajas de cartón al alcance de los niños: ellos mismos se encargarán de imaginar que las cajas son coches de carreras, cabañas o barcos en mitad de un mar lleno de tiburones.