Piden 10 años de cárcel por prostituir a su hija de 15 años en Madrid
Durante dos meses ofreció en Internet los servicios sexuales de su hija menor de edad a cambio de dinero | Tanto la menor como la pareja del padre prestaron servicios de contenido sexual
La Fiscalía de Madrid solicita 10 años de prisión para un acusado y otros nueve para su compañera sentimental por un delito de prostitución, explotación sexual y corrupción de menores de edad. El juicio se celebrará mañana en la Audiencia de Madrid.
El representante del Ministerio Público sostiene que el acusado ofreció los servicios sexuales de su hija menor de edad a cambio de dinero.Según la Fiscalía, ambos se pusieron de acuerdo para insertar desde el 26 de junio de 2017 y durante dos meses un anuncio en el que ofrecían los servicios sexuales a cambio de dinero de la hija del acusado, una menor de 15 años de edad. Lo crearon en la página web Pasiom.com. Ambos se prevalieron de su relación de parentesco dado que el padre (J. I. M.) era el único progenitor de la joven y la segunda (M.A.P.), era pareja sentimental de este.
La idea era que tanto M. A. P. como la menor ejercieran la prostituciónen una habitación alquilada en una vivienda de Torrejón propiedad de los otros dos acusados (D. P. B. y A.S.R), para quienes el fiscal solicita una pena de cinco años de prisión por el mismo delito.
El 28 de julio de 2017 la pareja del padre y la menor suscribieron un contrato verbal de arrendamiento de dicha habitación con estos últimos. Un contrato que sellaron "a sabiendas" de que en la misma iban a ejercer la prostitución tanto la acusada como la niña. Esta circunstancia no fue óbice para alquilar la habitación sino que determinó un suplemento en el precio "pactando una renta de 150 euros semanales". El escrito de acusación subraya que los propietarios de la vivienda tuvieron "pleno" conocimiento cuando alquilaron la habitación de que la mujer conocida como "Luna" era menor de edad.
Tanto la mujer como la menor estuvieron en el interior de la vivienda desde el día 28 de julio de 2017 hasta el día 3 de agosto de 2017, periodo en la que diariamente prestaron servicios de contenido sexual a cambio de dinero. Estos servicios se efectuaban con previo conocimiento del padre, "quién había acordado que se quedaría en un parque de las inmediaciones supervisando el desempeño de los servicios". A tal fin, el padre era avisado por su pareja en el momento en que se iba a recibir un cliente, y procedía a vigilar y observar toda la operación para, después de finalizado el servicio, reunirse con ambas en un parque de las inmediaciones.
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