Naranjas, plátanos y manzanas en proceso de putrefacción, decenas de pulseras y recipientes metálicos que alguna vez contuvieron una vela. La basura desperdigada por los alrededores de la entrada del yacimiento arqueológico del santuario púnico de la cueva de es Culleram fue una de las cosas que más llamó la atención de los alumnos de primero de ESO del instituto Algarb, que visitaron el pasado martes este enclave junto a los educadores del Camp d’Aprenentatge de Sant Vicent de sa Cala.
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El personal del centro de educación ambiental aprovechó la ocasión para hacer pedagogía. En una publicación de su cuenta de Instagram indicaban que «a pesar de no poder entrar en la cueva, hemos podido observar el abandono y evidencia de la actitud de algunas personas que la visitan. Es una lástima que uno de los yacimientos más emblemáticos de la arqueología fenicio-púnica del Mediterráneo se encuentre en este estado».
Desde el Consell de Ibiza lamentan que se trate de un problema recurrente provocado por personas que, con intención de llevar a cabo supuestos ritos antiguos de adoración a los dioses, abandonan todo tipo de residuos orgánicos e inorgánicos sin tener en cuenta que hoy en día no hay sacerdotes o sacerdotisas que después los retiren. Los trabajadores de la institución insular son los que se deben encargar hoy en día de recoger las oblaciones y, en una costumbre más moderna pero a veces poco generalizada, tirarlos a la basura.
Es por ello que desde el Consell denuncian estas actitudes «incívicas, ya que no solo depositan residuos que cuesta un esfuerzo retirar, sino que además encienden velas en una masa forestal». Señalan que se trata de un proceso de «neopaganismo» que evidencia «el desconocimiento del ritual auténtico y el hecho de que el santuario se hundió en el siglo II antes de Cristo.
El peregrino de es Culleram
Lamentan que «a pesar de los numerosos carteles que el Consell ha distribuido desde el inicio del acceso hasta la propia cueva» la gente mantiene estas conductas.
Respecto a la vigilancia de la zona, desde la institución aseguran no poder asumir un servicio de 24 horas para impedir el incivismo de la gente «que no solo ensucia el entorno y la propia cueva, sino que también deteriora las instalaciones con grafitis e inscripciones en el pasamanos de las escaleras.
Es por ello que hacen un llamamiento «al civismo y responsabilidad de la gente, de quienes atraídos por falsos ritos que no tienen evidencia histórica ni cultural, están poniendo en peligro y en riesgo un entorno patrimonial y paisajístico».
Convocatorias por redes
A través de redes sociales se pueden encontrar convocatorias en diversos grupos en los que se invita a participar en rituales de carácter supuestamente mágico o sagrado en honor a Tanit o a deidades femeninas.
Las ceremonias implican, según describen, el ofrecimiento a la deidad de frutos u otros objetos, además del encendido de velas. No explican si posteriormente se limpia el lugar.