Miles de personas en un día en Sant Carles, el epicentro del calamar

Es la una y media y Joan Riera y Juanito ‘Real’ ya están medio llenos, cuentan entre risas. Han probado tapas de calamar de diferentes colles que participan este sábado en la Fira des Calamar de Sant Carles, en el marco del programa de las fiestas de la localidad. Una cita que, como de costumbre, consigue reunir a cientos y cientos de personas. Vecinos e ibicencos de otros puntos que se reúnen entre amigos, en pareja o con la familia para disfrutar de un día de buena comida, música en directo, actividades infantiles y puestecitos de diferente tipo.

«Venimos a disfrutar del ambiente. Es una excusa para reunirse, comer, ver a la gente y tomarnos dos cervezas. Se trata de pasar un día perfecto, esto no tiene precio», cuentan Riera (de Sant Jordi) y ‘Real’ (de Santa Gertrudis), justo después de felicitar al cocinero de uno de los grupos participantes en el concurso. «Es la mejor que hemos probado, enhorabuena», le dicen después de haberse terminado la tapa mientras él continúa trabajando a destajo. Todos los grupos venden las tapas a ocho euros (los refrescos y cervezas, a tres euros).

«Lleva botifarra, sobrasada y diría que también trocitos de carne. Le da un toque muy bueno. Y el calamarcito está muy al punto», cuentan ambos amigos en conversación con este rotativo antes de continuar con su ruta-degustación.

Tienen donde elegir, porque participan 25 colles que, en total, preparan unos 1.200 kilos de calamar, aproximadamente, lo que equivaldría a unas 10.000 tapas, calculan desde la organización. El único requisito es que, de las tapas que van a concurso, se elaboren un mínimo de cien para vender.

En el caso de Joan Riera, es la primera vez que viene a esta feria (‘Real’, la tercera) y cuenta que como más le gusta el calamar es a la plancha, con ajo y perejil, aunque su compañero se decanta por la frita, y más después de la que acaba de probar. «Nos quedaremos todo el día por aquí, luego iremos a la paradita de los niños de la escuela [que ofrecen una gran variedad de dulces] para el postre», cuentan. También se animarán con el café caleta que prepara algún que otro grupo (su olor característico se hace notar) y disfrutarán de los conciertos, que comienzan a las seis de la tarde.

Entre las colles hay fieles a la cita, como el grupo ‘Sant Jordi Brothers’. Ya estuvieron «en la segunda o tercera edición» y han participado unos «tres o cuatro años», calcula este grupo de amigos. «Nosotros estamos preparando calamar con sobrasada y panceta y le ponemos un poco de carne del cuello del cerdo, además del calamar en sí», explica Joan Arteaga, uno de los siete integrantes.

Preguntado por cuál es el incentivo para ellos a la hora de inscribirse en esta feria, Arteaga lo tiene claro: «Feim una mica de terra, ¿no?». «Si no, todo será Mcdonalds y Starbucks», bromea. Así, presume de que el producto que están utilizando es local: «Lo hemos comprado a gente de aquí. Llevamos unos 30-32 kilos de calamar limpios. En nuestro caso, las proporciones se dividen en un 50% de calamar y otro 50% repartido entre las patatas, carne y panceta, porque el calamar encoge mucho».

Fira des Calamar 2023: 25 'colles' y 10.000 tapas en Sant Carles

Los grupos premiados

Los ‘Sant Jordi Brothers’ no son un negocio, por lo que, en palabras de Arteaga, se presentan como aficionados y sin nada de obsesiones por ganar, sino simplemente a disfrutar del día. Sin embargo, horas después el jurado les proclama ganadores del tercer premio de la categoría Amateur. El primer premio es para Calarrastamar y el segundo para Pescados Vicente y María.

En categoría Profesional, completan el podio, y por este orden, Feel Ibiza, Santa Gula Empanadas y Atelier del Gusto.

También participan como colles varios bares o restaurantes. Es el caso del bar Es Poble, de Sant Carles, que debuta en la feria. «Nosotros hacemos frita de calamar, la típica, la de siempre, frita payesa», explica Francesca Marí. «Pues esto es lo mejor», añade un señor en este momento de la entrevista. «Lo bueno siempre triunfa», valora Marí mientras que una joven vigila el fuego y otra corta verduras.

El equipo de Es Poble trae 70 kilos de calamar y han llegado a la feria sobre las 11 de la mañana. Marí explica que no está muy al tanto de los detalles de los premios del concurso, ya que ellos vienen, como muchos otros, simplemente a pasárselo bien y a hacer vida de pueblo.

En una mesa se encuentran, junto con otros acompañantes, Rafa y Alejandro San José, que son hermanos, y Alexia Laurín. Son de Vila y Rafa cuenta que han «repetido un par de veces» en las fiestas de Sant Carles, incluyendo esta feria del calamar. «Hay mucha gente y mucho ambiente», señala Laurín.

Justo en el momento de esta conversación, cerca de las 13.30 horas, el pueblo está a rebosar. Alejandro explica que han comido calamares de todo tipo. En la mesa quedan sólo los platos de diferentes tapas. Se quedarán un rato para acabar de degustar los productos de la feria.

Por otro lado, la colla de Los Pichones son una familia de Sant Rafel que participa en la feria hace «unos tres años» y también acude a otras similares. «Hemos preparado calamares a la romana para ofrecer en tapa o en bocadillo, frita de calamar y calamar en salsa con cebolla y tomate», explica Nieves Cardona, una de las ocho integrantes. Tienen cantidad suficiente para servir a unas 800 personas. Han traído nada más ni nada menos que 110 kilos de calamar, 200 baguetes, 10 panes payeses y mucho material. Cardona señala que las ventas suelen ir bien, aunque este grupo no es un negocio y lo hacen por ocio: «El hermano de mi marido es de Sant Carles. En su momento nos propuso venir, así que comenzamos en ello para matar el tiempo y nos gustó. Nos divertimos, pasamos un día bueno y conseguimos cuatro duros».

También hay quien se atreve a innovar. Es el caso del restaurante La Lokura, de Diego Luz Avidago, situado Sant Carles, y que tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de participar en la feria (por cuarta vez). «Este año estamos haciendo un curry de calamar con una base de cuscús. El principal ingrediente es el calamar con su tinta y lo acompañamos con unas verduras. Hacemos el curry, que va con un poco de picante, lleva la tinta negra del calamar, y, después, va con el cuscús», detalla Sandra Roselló Marí, del restaurante. «Mucha gente a veces se queda un poco sorprendida con la propuesta, pero cuando lo prueban normalmente les gusta mucho y, como es algo diferente, llama la atención». En su caso, calcula que han traído unos 50 kilos de calamar.

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