¿Puedes ser alérgico al ajo? Descubre quiénes deben evitarlo

La alergia al ajo no es tan frecuente, aunque, si lo eres, mostrarás síntomas sin importar si es crudo o está cocinado

Adiós al ajo: estos son los motivos por los que debes eliminarlo

Su reacción más grave puede producir anafilaxia

Su reacción más grave puede producir anafilaxia / DI

El ajo es un ingrediente que nunca falta en las cocinas españolas: da sabor a multitud de platos y además, se utiliza para muchos remedios caseros. Eso sí, no es un alimento apto para todos, ya que en algunas ocasiones puede provocar complicaciones para la salud. ¿Sabes si eres alérgico al ajo?

La alergia al ajo no es tan frecuente, aunque, si lo eres, mostrarás síntomas sin importar si es crudo o está cocinado. Hay quien muestra reacciones solo con inhalarlo o tocarlo, sin necesidad de comerlo. Las reacciones alérgicas se producen cuando el sistema inmune identifica por error a este ingrediente como nocivo y crea anticuerpos para combatirlo.

¿Cuáles son los síntomas?

Las personas con alergia al ajo pueden sufrir desde dermatitis o urticaria en la piel, congestión nasal y picor de nariz, estornudos, hormigueo en la boca, lagrimeo en los ojos, a dificultad para respirar, náuseas, vómitos o diarrea.

Su reacción más grave puede producir anafilaxia, causando la inflamación de la garganta y pudiendo llegar a ser mortal si el afectado no recibe atención inmediata.

No obstante, los expertos aseguran que presenta poca toxicidad, así que lo más frecuente es que la alergia sea de tipo cutánea. Esto se debe al disulfuro de dialilo (DADS), el alil propil disulfuro y la alicina, un conjunto de sustancias que también están presentes en otros alimentos como la cebolla, el puerro o el cebollino.

Precauciones y Consumo Moderado

Aunque el ajo es ampliamente considerado beneficioso para la salud, es importante consumirlo con moderación. Su fuerte sabor y aroma pueden ser desagradables en exceso. Además, aunque no se sea alérgico, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios, como malestar estomacal o aliento con olor a ajo persistente. Si se toman medicamentos anticoagulantes, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de consumir grandes cantidades de ajo, ya que podría aumentar el riesgo de sangrado.