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Obituario

Fallece a los 90 años Joan Costa Ferrer, el primer presidente de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera

Nacido en Santa Eulària, "este ibicenco excepcional" participó como voluntario en muchas excavaciones arqueológicas y destacó también por su labor social

Imagen de archivo de Joan Costa Ferrer cuando era presidente de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

Joan Costa Ferrer, el que fuera primer presidente de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera, falleció ayer, cuando le quedaban tres días para cumplir 91 años. "Tenía la mente muy clara, pero su salud era delicada. Se fue en paz mientras dormía, en Can Costa, la finca familiar en Arabí de Dalt (Santa Eulària) en la que nació y residió la mayor parte de su vida", explica su familia.

Ibicenco muy popular y querido, especialmente en su municipio, Santa Eulària, destacó tanto por su gran amor por la arqueología como por su labor social. Jordi Fernández, el que fuera hasta 2015 director del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera (MAEF) y actual presidente de la Asociación de Amigos del MAEF, recuerda que Costa "fue un colaborador excelente del museo y de la arqueología de Ibiza y Formentera". "Fue miembro de la Sociedad Arqueológica de las Pitiusas, una asociación que se creó a mediados de los años 70 y que estuvo en funcionamiento cerca de una década", detalla. Costa asistió a muchas de las excursiones que esta entidad organizaba todos los fines de semana para visitar yacimientos en Ibiza y Formentera y trabajó como voluntario en muchas excavaciones arqueológicas. Tras la desaparición de esta sociedad, se creó la Asociación de Amigos del MAEF y Joan Costa fue su primer presidente, cargo que ocupó durante muchos años. "Joan era entrañable en todos los sentidos, afable, desprendido, muy concienciado con la labor social y entregado a todas las cosas que hacía", recuerda Fernández.

"Activo y dinámico" por naturaleza, a lo largo de su vida Costa emprendió varios negocios y centró su interés en diferentes campos. En los primeros años de democracia fue concejal de Santa Eulària por el PSOE. También fue uno de los fundadores de la Cooperativa Agrícola de Santa Eulària. "Muy solidario", tras jubilarse, centró sus esfuerzos en ayudar a diferentes ONG. Colaboró mucho con Cáritas y Manos Unidas. Destacó también por su vasta cultura y su pasión por la literatura, que le llevó a traducir obras de teatro del francés al español. Costa "tenía una memoria y un conocimiento enciclopédico" y "una biblioteca impresionante" que la familia tiene la intención de donar.

El poeta Antonio Colinas, que entabló una gran amistad con Joan Costa durante los años que residió en Ibiza, lo describe como "un ibicenco excepcional y una persona muy especial". "Fue el primer amigo ibicenco que tuvimos en la isla y en su finca escribí dos de mis libros, 'Memorias del estanque' y 'Canciones para una música silente'", rememora emocionado el autor leonés. A su cabeza vienen los versos del poema que le dedicó a él y a su familia, 'Can Costa de Arabí d'Alt'. En ellos recuerda una costumbre que Costa mantuvo hasta hace apenas un año, comprar todas las mañanas la prensa y leerla sentado en la terraza del Atenea, "la que él llamaba su oficina".

El velatorio de Joan Costa, que deja mujer, Helen Schreiner, y tres hijos, Salahuddin, Martín y Cati, tendrá lugar mañana entre las 15 y las 16.30 horas en el tanatorio de Santa Eulària. El entierro se llevará a cabo por la tarde en el cementerio viejo de la localidad, en el Puig de Missa.

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