De los 90 amarres irregulares en los entornos marinos de es Viver (Ibiza), Santa Eulària y en la ampliación de la zona de la Bahía de Portmany que afecta a los municipios de Sant Josep y Sant Antoni, el Plan General de Puertos que está elaborando el Govern balear propone que se reduzcan a un total de 22 amarres con sistemas de bajo impacto ecológicos, lo que representa eliminar el 76% de esos fondeos irregulares.
Además el Plan de Puertos también prevé la creación de una marina seca en el término municipal de Sant Joan a petición de su ayuntamiento.
La regulación para Ibiza se recoge en este documento que está elaborando la conselleria balear de Movilidad y Vivienda y que ayer fue presentado por el titular del área, Josep Marí Ribas, tras haber analizado e incorporado «más de un 60 %» de las alegaciones presentadas por instituciones y entidades en el conjunto de Balears.
Ibiza
En el caso de Ibiza y a solicitud del Ayuntamiento de Sant Antoni y el de Sant Josep; del Consell Insular de Ibiza y del puerto de Santa Eulària se han incorporado nuevos polígonos de fondeos por tratarse de zonas consolidadas pero no reguladas, por lo que se propone dejar cuatro amarres en Es Viver, seis en Santa Eulària y 12 en la Bahía de Portmany. Cuando se han detectado 30 irregulares en es Viver, 15 en Santa Eulària y 45 en la bahía de Sant Antoni.
El Plan
El conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, junto al director general de Transporte Marítimo y Aéreo, Francesc Xavier Ramis, y la gerente de Puertos de las Balears, Cristina Barahona, presentaron ayer el estado de tramitación del Plan de Puertos.
El conseller destacó que se habían estimado numerosas alegaciones «prácticamente más de un 60% de las presentadas, que han supuesto la introducción de cambios».
«Ahora el Plan está muy mejorado y es más de todos»
Josep Marí destacó la participación y las aportaciones de todas la entidades e instituciones, «por lo que ahora el Plan está muy mejorado y es más de todos».
Marí detalló que los criterios que sigue este Plan se basan en «la sostenibilidad y democratización del acceso al mar, así como de preservación de las embarcaciones tradicionales». Además contempla «la racionalización y optimización de los recursos existentes, sin nuevos puertos ni ampliaciones, y la adaptación de las infraestructuras a efectos del cambio climático».
El objetivo es finalmente contar con ese plan que incorpora los recursos actuales para «encontrar lugares para las embarcaciones sin necesidad de ganar terreno al mar y potenciar las marinas secas en infraestructuras portuarias ya existentes». En esa linea se quiere aprovechar mejor el uso conjunto de amarres y «adecuar los varaderos para que pueda emplearlos todo el mundo».
El conseller insistió en que se trata de mejorar el Plan existente para adaptarlo «a los efectos que podrá provocar el cambio climático, descartar nuevos proyectos de puertos y ampliaciones, así como repensar fórmulas de utilización más racional de los recursos existentes sin olvidar la garantía legal que proporcionará».
