Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Precio de la luz en Ibiza: una pesadilla que se mide en kilovatios hora

La factura de la electricidad en los bares y cafeterías es un 30% más cara ahora que hace un año

Rai Prats, propietario del bar Sa Nova Plaça, junto al cocinero.

Cuando a Manuel Izquierdo, propietario de la cafetería Gran Vía, en el centro de Vila, le preguntan por el precio de la luz, se le llevan los demonios: «Es un robo. Nos están jodiendo muchísimo». El descontrol de los precios de la luz se ha convertido en una nueva losa. «En los bares tenemos mucha maquinaria. La cafetera, las neveras… y en verano el aire acondicionado. Cuando sube la luz, lo notamos, y de qué manera», comenta el dueño de este establecimiento histórico de la avenida Isidor Macabich de Ibiza, que calcula que el encarecimiento de la luz, le supone un coste extra de 400 euros al mes: «En un negocio como este, lo de las ‘horas valle’ no nos sirve. Nos lo tenemos que comer todo y esperar que baje de una vez».

Barra y clientela en el bar Es Cruce. David Ventura

En cada bar, hacen sus propias cuentas, aunque en todas partes coinciden en que las facturas de la luz son de media un 25 y un 35% más caras que hace un año. Así, Qilin Huang, del bar cafetería Es Café, situado junto al parque de la Paz de Vila, muestra su última factura de la luz y compara la evolución anual. En el último mes ha pagado 661 euros, una cantidad inferior que en verano -en los meses de calor, el aire acondicionado provoca que la factura se dispare hasta los 900 euros- pero bastante superior a la de otoño del año pasado. En su caso, la diferencia es de 200 euros de más. «Es lo que hay», resume resignado.

Similar humor expresa José Ángel Marí, propietario del bar Es Cruce, en Sant Rafel. Es un establecimiento grande y, en su caso, el incremento del gasto es mayor: «Este último mes he pagado casi 2.000 euros de luz, 600 euros más de los habitual», comenta, «y se nota, ¡ya lo creo que se nota!». Marí recuerda la promesa del Gobierno de que a finales de año el precio de la luz volvería a ser el mismo que el de antes de la actual crisis, pero él se muestra escéptico: «Me parece una promesa imposible de cumplir. No creo que baje».

Sandra y Carlos Marí, propietarios del bar Brodis. David Ventura

Todo más caro

Aunque los negocios consultados explican que la factura les ha aumentado de media un 30%, lo cierto es que el precio de la luz en el mercado mayorista ha subido en un año hasta un 600%. En octubre de 2020 el precio del megavatio/hora era de 35,56 euros en el mercado mayorista, mientras que la media de octubre de 2021 fue de 204,09 euros. Una escalada que se inició en junio, cuando el precio se duplicó hasta los 87,26 euros el megavatio hora, para alcanzar su paroxismo el pasado 7 de octubre, con la que ha sido la cifra récord hasta ahora: 288,53 euros.

Desde entonces, la presión se ha aliviado y hoy, 5 de noviembre, marca 171,45 euros el megavatio hora. Un alivio que supone un encarecimiento de ‘solo’ un 482% respecto al precio de hace un año.

«No solo debemos enfrentarnos a esto, el problema es que muchas otras cosas también están subiendo», explica Rai Prats, propietario del bar Sa Nova Plaça, situado en el Mercat Nou de Vila, que recuerda el alza del coste de los combustibles y el transporte, y su repercusión en el precio de las mercancías: «El aceite de oliva es ahora un 40% más caro que hace un año. El pescado fresco también ha subido».

Prats asegura que, pese a todo, intentarán no repercutir en los clientes las consecuencias de esta inflación, aunque habrá una excepción, y señala la máquina de café: «Es una gran fuente de ingresos pero, a la vez, la cafetera gasta muchísima luz. No queremos subir precios, pero quizás sí que retocaremos un poco al alza el precio de los cafés».

Un camarero posa en la barra de la cafetería Gran Vía. Vicent Marí

No es el único que señala a la máquina de café. También lo hace Barone Rea, propietario de la cafetería O’Barone, un bar de productos y tapas italianas y argentinas. «Antes pagábamos entre 400 y 500 euros al mes de factura de la luz, ahora nos ha subido a 700 euros», explica el propietario. «La maquinaria de un bar gasta mucho, pero nuestros clientes también sufren la crisis, hay menos gente». Esto le obliga, de momento, a hacer un esfuerzo y mantener los precios.

Sin embargo, no todos los negocios han sufrido de la misma manera el encarecimiento de la tarifa eléctrica. En todo hay excepciones, y este periodista la ha encontrado en el bar Brodis, situado en la calle Aragón de Vila. Una de las propietarias, Sandra Marí, muestra su factura de la luz y esta marca prácticamente la misma cifra que en octubre de 2020. ¿Cuál es el secreto?

«Tenemos un precio pactado. Lo hablamos con el comercial de la compañía eléctrica y pactamos un tipo de tarifa con incrementos muy leves», comenta Marí, quien recomienda «hablar con las diferentes empresas de energía y, si no estás contento con una, cambiarte y pactar nuevas condiciones con los comerciales”»

La alegría, sin embargo, no es completa, ya que comenta que en su negocio todavía funcionan con bombonas de butano y que la botella ha subido de 14 euros a 16. «¡Todo sube! Si no es una cosa es la otra», resume resignada.

Qilin Huang, propietario del bar Es Café. Vicent Marí.

Compartir el artículo

stats