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Sant Josep se propone reordenar y poner límites a su viejo urbanismo

En un año se prevé aprobar inicialmente un primer documento y cerrar todo el proceso en cuatro años

El alcalde, a la izquierda, durante la reunión. | D. I.

El Ayuntamiento de Sant Josep inició ayer el proceso de redacción de un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con una primera reunión de trabajo en la que se marcaron las líneas generales del trabajo que se debe abordar en los próximos meses. «Nuestro municipio ha sufrido un urbanismo a la carta en las etapas más oscuras en que gobernaba la derecha, pero queremos darle la vuelta y aprovechar esta oportunidad para convertirlo en un ejemplo de desarrollo sostenible, con el cuidado de las personas y el patrimonio y el respeto al territorio como principales ejes», dijo el alcalde, Ángel Luis Guerrero, a través de un comunicado.

Estructura ilegal pendiente de demolición en la zona de Cala Molí.

El alcalde explicó a través de la nota que esta primera reunión sirvió para «fijar el objetivo» que se pretende conseguir: «Salir del desbarajuste urbanístico que ha marcado a Sant Josep en las últimas décadas y poner cordura y orden al crecimiento». «Pondremos el centro de atención en los ciudadanos y sus necesidades, con el interés general por encima de todo», agregó en la nota.

Guerrero constató «la sintonía con estos objetivos por parte del equipo redactor», que coincide con el equipo de gobierno en que «este proceso debe ser lo más abierto y participativo posible». La UTE tiene primero por delante el trabajo de entregar el diagnóstico urbanístico del municipio en un plazo de medio año, pero, según el comunicado, «desde el primer momento se abrirán a la ciudadanía para recibir sugerencias y propuestas a través de espacios de participación».

El alcalde, que dirige personalmente el departamento de Urbanismo, recordó que la actual situación de emergencia climática obliga también a que el nuevo PGOU garantice «la sostenibilidad y la justicia social» e imponga límites al crecimiento en función de «la falta de agua y la fragilidad del territorio, porque el crecimiento no es infinito». Además, debe ser un documento con las «luces largas», cuya normativa tenga una vigencia para las próximas décadas. En este sentido, la nota agrega que el planeamiento actual (las Normas Subsidiarias de 1987) que «tanto cuesta cambiar» (ha habido varios intentos fallidos en los últimos mandatos), tiene 35 años.

La UTE Sant Josep de sa Talaia, formada por Territorio y Ciudad y el Centro de Observación y Teledetección Espacial, que se hizo con la adjudicación de la redacción del PGOU por poco más de un millón de euros, tiene un año para presentar una primera propuesta de ordenación que se sometería a aprobación inicial. «Creemos que es posible, haciendo todo el proceso con transparencia y participación, que el nuevo PGOU esté aprobado en un plazo de cuatro año». Para ello, «se utilizará parte de lo que se hizo en los anteriores intentos, siempre promovidos desde los equipos de gobierno progresistas que han gobernado en el Ayuntamiento», resaltó Guerrero.

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