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Fuego en Sant Josep

Un incendio en Ibiza acaba con la nave de la carpintería Alba

El incendio se inició, por causas que se desconocen, a medianoche y los bomberos lo dieron por extinguido a las 19.30 horas

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Un incendio en una nave obliga a desalojar varias viviendas en Ibiza Toni Escobar

Varios vecinos de la zona del cruce del aeropuerto en la carretera Ibiza - Sant Josep tuvieron que ser desalojados en la madrugada del viernes debido a un incendio en la nave de la antigua carpintería Alba. Los bomberos todavía desconocen las causas de las llamas, que han reducido a escombros la práctica totalidad de la edificación, de la que solo se ha salvado un gimnasio privado de la planta baja. 

Imagen de un lateral de la instalación, muy afectada por las llamas.

Un incendio declarado alrededor de la medianoche de ayer provocó graves daños en la nave industrial de la antigua carpintería Alba, situada en la carretera de Sant Josep, a la altura del cruce del aeropuerto. El parque insular recibió la llamada del 112 alertando del siniestro y varias dotaciones acudieron a la nave, que se encuentra semiabandonada, con un total de 15 bomberos.

En el interior había material de todo tipo y todo quedó reducido a escombros y cenizas.

Los equipos de emergencias y de extinción trabajaron hasta las 19.30 horas hasta dar por extinguidas las llamas, visibles desde varios kilómetros de distancia durante la noche.

Hasta el lugar se desplazaron también agentes de la Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil e Ibanat, que intervino con un camión nodriza debido a la magnitud del incendio. Como medida de precaución, la Policía Local desalojó a los vecinos de las viviendas de los alrededores hacia la una de la madrugada ante la posibilidad de que las llamas se propagaran, y no fue hasta cinco horas más tarde cuando los desalojados volvieron a sus casas, según informó el Ayuntamiento de Sant Josep.

Al lugar de desplazaron efectivos de Bomberos, Protección Civil e Ibanat, además de policías locales y de la Guardia Civil.

Con el paso de las horas se hicieron relevos y durante la mañana de ayer hubo seis bomberos y tres camiones (dos de Bomberos y uno del Grupo Juan Bufí, de reparto de agua) destinados en la zona para controlar el incendio, cuyo origen es todavía desconocido.

El interior de la nave, de grandes dimensiones y que según comprobaron los servicios de emergencias contenía material diverso, ha quedado completamente destrozado. Cerca de las cenizas se podían distinguir distintas máquinas de gimnasio y decenas de pesas deportivas, ya que en la planta baja había un gimnasio privado. Además, los bomberos informaron de que también había barcos, gran cantidad de basura y restos de madera, bebidas de todo tipo, lavadoras, neveras o secadoras. Lo más perjudicado de la infraestructura es el techo, que sujetado por una estructura metálica, se vino totalmente abajo.

Efectivos del Parque Insular de Bomberos, ayer ante la fachada de la antigua carpintería.

El jefe del parque insular, Miguel Sevilla, confirmó que hasta que no se terminen los trabajos (probablemente hoy), no se podrán investigar las causas del incendio. «De hecho, hay zonas a las que no podemos llegar porque todavía hay puntos calientes y con riesgo de que caigan paredes», añadió Sevilla. La dificultad de acceder a estas zonas se debía a la cantidad de escombros acumulados por el incendio: «Como ha colapsado la cubierta y hay hierros retorcidos, a algunas partes no nos podemos acercar porque nos puede caer algo encima», insistió. «Conforme la estructura se vaya enfriando, habrá movimientos y corremos ese peligro», agregó el responsable de los bomberos. Con esta situación, se vieron obligados a trabajar desde fuera de la nave y con espuma para conseguir la extinción total.

Los bomberos usaron camiones y vehículos de autoescalera. | FOTOS DE TONI ESCOBAR

Sevilla explicó que como el techo cayó de manera muy rápida, el objetivo principal una vez iniciado el incendio fue sofocar las llamas desde los laterales de la nave, ya que como «el fuego no podía subir hacia arriba, se iba desplazando todavía más a los lados tras la caída de la estructura». Esto hizo necesario aumentar el caudal de agua para sofocar el fuego, especialmente virulento durante la noche en los laterales y la parte trasera de la nave.

Por otro lado, en los laterales de la nave también había varios cobertizos. Los bomberos abrieron algunos con radiales para comprobar que no había materiales peligrosos en el interior. Las paredes de la nave quedaron agrietadas y había peligro de que el calor pasase a estos cobertizos. Los de un lateral sí que se quemaron, mientras que los del otro (los que se pudieron abrir) solo han registrado daños leves.

Según los bomberos, en la parte superior de la nave había serrín almacenado, especialmente peligroso cerca del fuego. «Y por dentro había una subestructura de metal que, a diferencia de otros materiales, reacciona con el calor y pierde estabilidad: se dilata, empieza a retorcerse... así que las llamas y sobre todo el calor han hecho que vaya perdiendo estabilidad». Y la caída del techo ha provocado que después cediesen otras partes de la estructura en un ‘efecto dominó’, explicó el jefe de Bomberos a este diario. Asimismo, confirmó que la carga térmica del fuego fue muy elevada.

Ayer por la mañana, horas después de iniciarse el incendio, todavía se percibía un fuerte olor a humo en la nave y sus alrededores. Controlando, dos policías locales, bomberos y el camión del Grupo Juan Bufí. Los bomberos trabajaban sin parar hasta controlar las llamas. Y es que a pesar de que el incendio estuvo controlado desde primera hora de la mañana, a las 10 horas todavía se podía distinguir a corta distancia cómo el humo se elevaba. A la zona también se acercaron algunos curiosos para preguntar por lo que estaba sucediendo.

El gimnasio privado de la nave estaba alquilado y es prácticamente la única parte de la estructura que no ha quedado reducida a escombros, gracias a que los bomberos colocaron un vehículo autoescalera en la medianera entre el gimnasio y el resto de la nave. De hecho, las máquinas de musculación han quedado casi intactas, a diferencia, eso sí, de las paredes de un lateral de esta sala. Las que han quedado en pie presentan importantes agujeros, por lo que desde el gimnasio se puede ver la parte de la nave que se ha venido abajo.

Ben y Benjamin Hartmann (padre e hijo) viven en Vila, pero alquilaron el gimnasio hace unos cuatro meses y contaron ayer a este diario que a la una y media de la mañana recibieron una llamada del propietario para informarles de lo que estaba ocurriendo.

A las nueve de la mañana llegaron al lugar para comprobar los efectos del incendio, preocupados porque desconocían el alcance de las llamas. Finalmente comprobaron que su parte, al menos, ha quedado menos afectada que el resto de la estructura, aunque lamentan el estado de la nave: «Seguramente el edificio entero se tendrá que tirar, porque ha quedado fatal», lamentaba Benjamin mientras señalaba los escombros. Su padre añadió que la parte que se ha venido abajo es «más de la mitad de la nave». Ambos enseñaron el estado del gimnasio con la nariz y la boca cubiertas con un pañuelo, porque el humo procedente de los escombros era especialmente molesto.

El conocido youtuber ElRubius, alojado en una villa cercana, subió a la red vídeos del incendio.

Largo historial judicial

La antigua carpintería Alba arrastra un largo historial judicial. A finales del año pasado, Diario de Ibiza recogía las quejas de los vecinos por la actividad que se desarrollaba en los terrenos de la antigua carpintería: almacenaje y limpieza de embarcaciones.

Ya entonces, los vecinos sostenían que hacía dos años que esperaban una respuesta del Ayuntamiento a si esta actividad contaba o no con permiso. Estos terrenos se encuentran en suelo rústico.

A finales de 2020 se cumplían dos años desde que el pleno del Ayuntamiento declarara nula, al amparo de un dictamen del Consell Consultiu, la licencia concedida en 2001 para legalizar el patio central de la antigua carpintería Alba y para que se iniciara el proceso para «restituir la legalidad urbanística».

Sin embargo, en todo este tiempo ni la propiedad ni el Consistorio, subsidiariamente, han derribado las estructuras ilegales de la polémica industria.

Un portavoz del Consistorio aseguraba en diciembre de 2020 que no se había podido ejecutar el derribo de las obras ilegales porque «la propiedad lo está recurriendo todo». El Ayuntamiento cuenta con un proyecto para echar abajo parte de las instalaciones de la antigua carpintería Alba: la cubierta del patio interior y un par de construcciones anexas, pero, además, se ha de ajustar la fachada de la nave a los parámetros urbanísticos. El presupuesto asciende a unos 200.000 euros, según el portavoz municipal.

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