El Ayuntamiento de Sant Josep implanta un sistema de control en las playas para evitar la afluencia  masiva de bañistas, de acuerdo con las restricciones derivadas de la pandemia del covid. El operativo combina el despliegue de un equipo de control del litoral del municipio con el uso de unos sensores instalados en las carreteras de acceso a las playas más visitadas del municipio para regular el aforo, informaron desde el Consistorio a través de una nota de prensa. El coste de esta vigilancia asciende a 104.000 euros.

Una de las informadoras a la entrada de Cala d’Hort. | AYTO DE SANT JOSEP

«A raíz de la decisión del Consell de no activar el sistema de control de aforo de playas, previsto en el programa Smart Island», Sant Josep decidió iniciar el pasado mes de marzo los trámites para poder licitar su propio sistema, explicaron desde el Consistorio.

El operativo de control mixto por el que se ha optado combina sensores de aforo en las playas de Cala Bassa, Platges de Compte, Cala Vedella y Cala d’Hort con un equipo de cinco informadores de medidas sanitarias y control de aforo desplegados en el litora.

El sistema de sensores implantado en el acceso a las playas se adjudicó a la empresa Saima Seguridad por un importe de 48.125 euros. Por otro lado, los trabajadores de Dinycon Sistemas servirán como informadores y controladores después de obtener la licitación por 55.477 euros. «El sistema de sensores de movimiento en ningún caso graba o capta imágenes de las personas que hay en la playa», matizaron desde el Consistorio.

Dicha tecnología cuenta con un sistema de megafonía que «permite difundir los mensajes que se estimen pertinentes según el nivel de ocupación». Los datos que recojan estos sensores se envían a una plataforma telemática que permite gestionar la información a los responsables municipales para actuar rápidamente según la saturación en las playas, se destaca en la nota municipal.

En cuanto a los informadores, además de su tarea del contraste de los datos, deberán prestar especial atención al cumplimiento de las medidas sanitarias por parte de los bañistas. En el caso de tener que proceder al cierre de las playas, serán ellos los encargados de instalar las barreras e informar a los usuarios. En el resto de playas, el servicio de salvamento y los socorristas controlarán el aforo. A través de la megafonía instalada en el litoral, cuando el aforo de una playa alcance el 75% se empezará a avisar a los usuarios para «solicitar que extremen las medidas de seguridad». Una vez se alcance el 100% de la capacidad, se procederá al cierre del acceso a la playa.

Para evitar que la gente se salte las vallas que restringen el acceso al litoral, el Ayuntamiento ha instalado cámaras en los accesos por carretera a Platges de Comte y Cala d’Hort, para poder sancionar a los vehículos. Todo este control de aforo en las playas se complementará con la implementación de una aplicación (Social Guardian) que permitirá conocer en tiempo real el grado de aforo del litoral sin tener que acceder a la zona.